¿Los géneros de terror y policíacos están escritos y orientados, en su mayor parte, a hombres?
«Con motivo de la histórica concesión del Premio Planeta 2016 a una escritora de novela negra, Dolores Redondo, por Todo esto te daré, me gustaría aprovechar este artículo que celebra el quinto cumpleaños de iHistoriArte haciendo un recorrido que rebata ese cliché, tan generalizado como infundado, acerca de que los géneros de terror y policíacos están escritos y orientados, en su mayor parte, a hombres.»
Jimena Tierra
La realidad es que la presencia de las mujeres en ambos géneros, tanto autoras como personajes, es una tendencia al alza. Los escandinavos lo denominan «movimiento Femicrime», y una de sus pioneras fue la magistral Agatha Christie (1920), con personajes como la observadora Srta. Marple. Todos recordamos a aquella mujer entrada en años, residente en un pequeño pueblecito de campo, solitaria y con grandes dotes para la investigación. Christie publicó sesenta y seis novelas de misterio en base a una máxima irrefutable: «el detective no debe saber nunca más que el lector». Dos de sus historias fueron, para mí, determinantes a la hora de generar misterio con muy pocos elementos. Ambas basadas en las letras de dos canciones infantiles y en las que, a título de curiosidad, no aparece ninguno de sus personajes fetiche (Hércules Poirot y Miss Marple). Una de ellas es la conocida Diez negritos, llevada al cine —como la mayor parte de sus textos—. La otra, Tres ratones ciegos, trasladada al teatro como La ratonera que, hasta la fecha, se sigue representando. Y considero que son referencias fundamentales porque ambas reúnen la misma estructura tramposa: varios personajes están encerrados en un lugar incomunicado; todos ellos parecen culpables, pero solo hay un asesino; uno a uno, van muriendo de manera sucesiva a medida que avanza la trama hasta que se descubre al criminal.
Aproximadamente al mismo tiempo en que se estrenaba La Ratonera, hacia 1950, Patricia Highsmith publicaba la espeluznante historia Extraños en un tren que, posteriormente, Alfred Hitchcock llevaría al cine con el mismo guión, adaptado por Raymond Chandler. Ese truculento intercambio de crímenes entre dos desconocidos que coinciden en un trayecto, y en el que acuerdan matar a la mujer de uno y al padre del otro.
Pero esto no es todo.
La interesante escritora inglesa Mary Shelley publicó en 1818 Frankenstein o el moderno Prometeo, encajada en el género de novela gótica, de terror o incluso considerada el primer texto de ciencia ficción, basada en la idea de un científico loco que reúne diferentes miembros de cadáveres para elaborar un cuerpo humano y dotarlo de vida. La novela no solo explora la moral científica, sino el conflicto que genera el protagonista a la hora de arrebatarle a Dios una facultad que exclusivamente le pertenece a Él.
En paralelo, Lisbeth Salander, de la tetralogía Millennium escrita por Stieg Larsson (2005), me fascinaba siendo uno de los personajes más interesantes a la hora de marcar la transición entre la mujer como víctima y la mujer como protagonista. Denominada como «la nueva cara del feminismo», la investigadora privada aportó una rebelión cultural, ética y estética, a la concepción de la novela negra.
Para finalizar
Dotando de una mayor convicción, si cabe, a la fuerza de la autora femenina en los géneros negro y de terror, se hace necesario mencionar a escritoras muy interesantes que han llamado mi atención de uno u otro modo: Alicia Giménez Bartlett (2013) creó el personaje de Petra Delicado, más conocido a través de la serie de televisión que protagonizaron Ana Belén y Santiago Segura, aportando también una perspectiva feminista a la novela policíaca. Teresa Solana (2007), con la subinspectora Norma Forester, Rosa Ribas (2007) con la detective Cornelia Weber-Tejedor o Clara Sánchez, premio Nadal en Lo que esconde tu nombre (2010). Tampoco me gustaría pasar por alto a fantásticas autoras internacionales como Asa Larsson con su Sangre derramada (2003), Camila Läckberg (2002) con su inspectora Erika Falc y su atractivo marido el policía Patrik Hedström, Anne Rice con Entrevista con el vampiro (1976) o Elisabeth Kostova con La historiadora (2005).
Nuestra redactora Jimena Tierra, entre otros textos, es autora de la novela negra Equinoccio.
Equinoccio es una estremecedora historia que va a caballo entre el género negro y de terror, protagonizada por un detective privado que recibe el encargo de averiguar la causa por la que un joven se ha quitado la vida y un estudiante de oposiciones que es captado por un grupo interesante y diferente a cuanto conoce. Dos hombres de realidades muy distintas que se ven atrapados en una tela de araña común, tejida por el peligroso y, al mismo tiempo, atractivo, comportamiento de una secta destructiva.
Fuentes | Jimena Tierra
Imágenes | Jimena Tierra
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