Sección: ‘PekeHistoria’
La Navidad no es únicamente una fiesta, sino todo un ciclo festivo que comienza oficialmente el 24 de diciembre: Nochebuena; y finaliza el 6 de enero siguiente, el día de Reyes, cerrando un periodo cuajado de celebraciones.
Sala del Museo del Prado Crédito: Museo del Prado |
En la actualidad millones de personas en los países de occidente, celebran la Navidad de la misma forma, con leves diferencias de matiz y costumbres.
Si nos adentramos, durante estas fiestas, en los Museos de cualquier ciudad podremos hacer un autentico viaje en el tiempo. Recorriendo sus salas temáticas, y sus colecciones, encontraremos cómo podemos explicar a los más pequeños el verdadero significado de: LA NAVIDAD.
La conmemoración del nacimiento de Jesús es, junto con la celebración de su Pasión, Muerte y Resurrección, uno de los principales acontecimientos del año litúrgico cristiano. Por ello, es un tema que ha interesado constantemente a artistas de todos los tiempos. Independientemente del marco geográfico y cronológico en el que desarrollaron su actividad.
Museo de Zaragoza Crédito: Myriam Monterde |
Os proponemos entrar en cualquier Museo de Bellas Artes y jugar a buscar piezas relacionadas con las festividades navideñas. Podréis realizar un itinerario navideño. En muchos de ellos encontraréis episodios destacados del ‘Ciclo de la Navidad’: El nacimiento de Cristo, la adoración de los pastores, la adoración de los Magos, la presentación en el templo o la huida a Egipto…
Son fechas en las que además de fiesta, celebración y regalos, podemos recrearnos con el “Arte”, averiguar, ver y mostrar a los niños ‘otra Navidad’. Donde las pinturas les responderán a numerosas preguntas. Es sencillo, ya que los mayores podemos guiar a los más pequeños y comprobar la existencia de unos modelos iconográficos que se repiten una y otra vez. Aunque matizados por las especiales circunstancias de cada artista o cada momento. Desde la minuciosidad descriptiva del arte gótico hasta el naturalismo más recargado de la pintura barroca -los pies sucios de esclavos y pastores, con sus ropas ajadas por el uso, por ejemplo-, pasando por la importancia concedida a la arquitectura renacentista en las composiciones del siglo XVI.
Museo de Zaragoza Crédito: Myriam Monterde |
Dentro de esas constantes iconográficas se encuentra, por ejemplo: la postura arrodillada de la Virgen en el Nacimiento; la presencia constante del buey y el asno; la colocación del Niño en un pesebre para ser adorado por los pastores o la figura de la Virgen con el Niño sentado en su regazo para recibir las ofrendas de los tres Magos de Oriente. Aunque la actitud del Niño puede oscilar desde la curiosidad infantil que le lleva a coger las monedas que le ofrece Melchor hasta la manifestación de su condición divina al bendecir al citado Rey Mago cuando este le besa el pie.
¡Buscad!… buscad la Navidad por todo nuestro rico patrimonio. También podréis encontrar la Navidad en otra clase de Museos, incluso si viajáis con niños en iglesias medievales. Allí podéis también contarles cómo se celebraban las fiestas en otros tiempos no tan lejanos. Ya que hasta hace relativamente poco tiempo, y especialmente en el mundo rural, la celebración de estas fechas navideñas tenían un carácter diferente con peculiaridades propias del modo de vida de las sociedades tradicionales. Muchas de ellas han desaparecido y otras están a punto de hacerlo, aunque algunas subsisten como meros hechos rituales.
Diciembre se representa:
Ante una mesa bien surtida de viandas.
romanicoaragones.es
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En el calendario agrícola tradicional, el invierno era una fecha en que apenas había labores agrícolas y ganaderas. El intenso frío y las heladas obligaban a realizar tareas de aprovisionamiento. Era tiempo de encerrarse en casa en torno al calor de la cocina y celebrar en familia la continuidad de consagrar la gloria de la casa.
Pero además de estos factores tradicionales se juntaban otros elementos muy importantes: religiosos, sociales, económicos, astrológico…
Una de las fechas importantes era y es la del solsticio de invierno. El día más corto del año (dependiendo de la correspondencia con el calendario, tiene lugar entre el 20 y el 23 de diciembre) y marca el inicio oficial del invierno. El sol está en su punto más bajo. Esta fiesta constituye el eje fundamental del ciclo festivo de invierno: La Navidad.
Fuentes| románico aragonés, museo Camón Aznar
En colaboración con iHistoriArte| Myriam Monterde