Henry Ford (1863 – 1947) nació y creció en Dearbornville (Michigan). Trabajó en Detroit, antes de marchar como ingeniero a la Edison Electric Illuminating Company. En 1893, durante la exposición universal de Chicago, Ford pudo ver y probar los primeros vehículos a motor; será este evento el que le llevó a experimentar en el campo de la automoción hasta que en 1896 presentó su primer vehículo a motor, el Ford Quadricycle.
En 1899 fundó la Detroit Automobile Company, que se mantuvo en funcionamiento solamente un año ya que no tenía una buena base para la fabricación en serie. En 1901, probó suerte de nuevo y fundó la Henry Ford Company, su segundo intento, que acabó en la fabricación de modelos de competición como los modelos Arrow y 999. Hubo una tercera tentativa de crear una gran compañía, y esta consiguió un método efectivo para la fabricación en serie, así en 1903 fundó la Ford Motor Company.
Comenzó así la fabricación de vehículos con motores de dos, cuatro y seis cilindros, con sus correspondientes versiones y acabados. Con 8.729 vehículos fabricados se convirtió, en 1906, en el líder del mercado. Su mítico modelo ‘T’, se fabricó desde 1908 hasta 1927 fabricándose un total de 15 millones de unidades.
En octubre de 1908 el Ford T inicia su fabricación. Ford con este modelo consigue crear el vehículo universal, fiable y funcional. Las prioridades del modelo son el buen funcionamiento y durabilidad, estando totalmente ausente el lujo.
Diferentes carrocerías formaban el abanico de posibles acabados; los Ruabout, Roadster, Tourer, Coupé, Town Car y Sedán. Modelos desde dos plazas y deportivos hasta tamaño limusina. La gama del modelo ‘T’ se completaría años después con la fabricación de una camioneta. Las primeras carrocerías eran de madera, posteriormente se añadieron placas de aluminio y posteriormente de acero. Se utilizaba la pintura negra en todos los vehículos, por una cuestión de productividad, ya que secaba antes y no había que esperar un largo proceso de secado, para poder cumplir una alta exigencia de la producción.
Ford intenta conseguir que estos modelos sean fáciles de arreglar y de llevar un sencillo mantenimiento, ya que no se encuentran talleres especializados. Incluso Ford creó la posibilidad de tener dos medidas de ancho para adaptarse a los distintos caminos o carreteras de la época. Para la realización de sus ideas utiliza a un grupo de profesionales entre los que destacaba el señor Wills, de quien se dice que fue el técnico que más tuvo que ver en el éxito del Ford T. La mayoría de las piezas fabricadas entonces, se realizaban en talleres auxiliares y proveedores externos, entre los que se encontraban los hermanos Dodge. Utilizando la fábrica de Ford solo para el ensamblaje.
La cadena de montaje en serie, tal y como la conocemos actualmente, fue obra de Henry Ford y en aquellos tiempos supuso la revolución para la fabricación de automóviles. Con la utilización de la cadena de montaje, la empresa, registró unas ganancias millonarias. En 1913 fabricaban la cantidad de 640 vehículos diarios y facturaba 11 millones de dólares anuales.
En 1909 Henry decide parar la producción de todos los modelos excepto del T, el de mayor éxito. En ese mismo año Ford produce 17.700 vehículos, seguido por Buick con 16.500 unidades. Al año siguiente entre otros fabricantes Ford y Buick como pesos pesados de la industria automovilística de Estados Unidos, fabricaron más vehículos que entre todos los países del mundo. En 1923 alcanza el objetivo de superar la totalidad de vehículos fabricados en Estados Unidos con 1.817.891 de su estrella el Ford T.
Ford había calado en la sociedad, se había creado fama de tratar bien a sus empleados, asegurándose así un gran potencial de compradores de la clase media. Henry había fijado un sueldo mínimo de 5 dólares diarios a cada trabajador. Del legendario Ford T, también llamado Tin Lizzy se vendieron más de 15 millones de unidades hasta el cese de su producción en 1927.
Fuentes| wikipedia, 2.bp.blogspot.com, cdn.theweek.co.uk, plaza and james, carrosyclasicos.com
En colaboración con iHistoriArte| Jose Luis Hernández
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