¡Qué alegría estar de nuevo con todos vosotros! Hoy os traigo algo especial. Vamos a conocer el origen del mundo de la fantasía, de los cuentos. Por eso he acudido a alguien de quién me han hablado que por lo visto es experta en el tema. Le haré una entrevista aquí, en mi casa. Mientras que llega os hablaré sobre ella, es Carmela la bruja. Carmela, es un poco especial y desde muy pequeña era diferente al resto de su familia de brujas y brujos.
Sus padres fueron los primeros en preocuparse, pues en cuanto comenzó a dar muestras de sus poderes, se cambiaba el color de sus ropas; no le gustaban los colores oscuros y combinaba todos los colores en un mismo vestido. Parecía una flor multicolor, porque además sus cabellos son rojos y sus ojos verdes. Le gustan los niños, pero me han asegurado que no se los come, así que me quedo más tranquilo. Eso sí, me dijeron que le encanta demostrar que tiene magia, así que habrá que tener cuidado. Bueno y sin más comenzamos, porque ha llegado ya.
– Buenas tardes bruja Carmela, querría saber si los cuentos han existido siempre.
– Ajá, interesante duda Pantapa. Cuento, cuento, de donde hemos salido tú y yo, como los que leen los niños y les cuentan, no.
– Entonces, ¿cómo se escribieron los primeros cuentos? ¿Se les encendió una chispa a los hombres y surgieron así sin más?
– Para empezar, listillo, las primeras historias que surgen, no se escriben. Los que las contaban, lo hacían de forma oral. En aquellos tiempos antiguos apenas unos pocos sabían escribir y no eran precisamente los narradores.
-Vale, pero ¿cómo se inspiraron?
-¡A eso iba espantapájaros! No me interrumpas, o un hechizo te echaré y en lagartija te convertiré.
– Esta-ta bien, perdona. ¡Menudo genio que tiene!
– Veamos, muy al principio de los tiempos humanos, cuando aún no existía lo que ahora llaman ciencia, ante las dudas que tenían sobre aquello que observaban del cielo, de la lluvia, de los nacimientos, de las muertes… Se inventaron historias para explicarlas a las que han llamado después, mitos.
– Me suena, yo he escuchado algunos. Sus protagonistas eran dioses ¿no? – Sí y también héroes y monstruos. Eran personajes con poderes sobrenaturales y extraordinarios. Cada lugar o región, según su cultura daba diferentes respuestas para el origen del mundo, del cambio de las estaciones…
Y así iban contándolas e iban variando conforme pasaban de unos a otros. Luego cuando las escribieron también pasaron por variaciones. Muchos cuentos surgen de versiones de esos mitos.- ¿Podrías ponerme un ejemplo bruja Carmela?
– El Rey Midas, un cuento en el que un rey llamado Midas convertía todo lo que tocaba en oro. Este cuento surge de un mito griego. Midas fue un rey de verdad, de una región llamada Frigia de Asia Menor. Estaba casado con una griega.
Y lo extraordinario de este rey es que consiguió convertir aquella zona en un lugar muy próspero y rico. Los griegos crearon una historia que forma parte de su mitología y que mucho después dio lugar al cuento.
– ¡Vaya no me podía imaginar tal cosa! La fantasía, surge entonces de los mitos, ¿no?
– Sí pero sólo parte de ella. También han sido fuente de inspiración, las leyendas.
– Creo que también conozco alguna, pero la leyenda creo que es real, ¿verdad?
– No exactamente. Son historias que se han considerado verdaderas por las personas de la región donde surgieron, porque lo que cuentan se desarrolla en ese mismo lugar y tiempo y las hace parecer como ciertas.
En ellas hay elementos fantásticos y personajes especiales, héroes a los que las aventuras les llegan sin buscarlas. También las hay que tienen como protagonistas a personajes reales, ilustres y de los que se cuentan hazañas y aventuras que en realidad no tuvieron lugar. Por ejemplo las leyendas sobre El Cid Campeador.
– ¿Y se sabe cuál fue el primer cuento?
– Se cree que fue el que se encontró en un papiro del Antiguo Egipto, hace más de 3.000 años. Se llamaba Anup y Bata o Los dos hermanos.
– Sí, que es antiguo.
– Más que tú seguro, pero tanto como yo no, pero de mi años prefiero no hablar.
– ¡Qué pena! Me encantaría saberlo, porque para nada parece que seas tan vieja.
– Secretos de bruja, espantapájaros, secretos de bruja.
– Bueno Carmela ya tengo que despedirte. ¿Hay algo qué quieras decir a los niños y niñas antes de marcharte?
– Pues sí, que vives muy lejos y que casi no llego porque mi escoba estaba ya muy cansada. La próxima vez que me quieras entrevistar vienes tú a mi casa. Más vale, niños, que si visitáis a este espantapájaros tan curioso vengáis mejor sobre un dragón, son más rápidos, pero ¡cuidado con sus estornudos! Os podríais quemar.
– Dejamos aquí la entrevista. Ahora como pago a la buja Carmela por su amabilidad, le he preparado una buena merienda que nos vamos a tomar. Para ella té de murciélago y pastas de cremas de babosas y chocolate que me dijeron que le gustan mucho; he tenido que ir a encargarlas a la tienda mágica “Exquisitessen”. Yo tomaré un trozo de bizcocho que hice esta mañana de buena paja tierna y muchos rayos de sol.
Saludos y hasta la próxima.
Vuestro amigo Pantapa
Bibliografía: Patrimonio Cultural y Literatura Infantil. Mitos, cuentos, canciones y leyendas. Eloy Martos Universidad de Extremadura y Pascuala Morote Magán, Universidad de Valencia.
En colaboración con iHistoriArte| Pepa González Ramírez