Recientemente ha salido de nuevo a la luz la polémica que existe sobre la denominada Mona Lisa de Isleworth. ¿Original, copia o falsificación?
Pero pongámonos en antecedentes porque la información que está saliendo a la luz es propia de una novela de Dan Brown, con paraísos fiscales en el Caribe, bóvedas secretas de bancos suizos, enigmas artísticos y consorcios secretos internacionales. Hasta el punto de que hay un juicio abierto en Italia para esclarecer el asunto. Ya que podrían estar sobre la mesa las claves que valorasen el cuadro en cientos de millones de euros. Lo que hace que los supuestos herederos del cuadro se disputen la propiedad.
El descubrimiento
En 2012 el mundo del arte se convulsionaba con la noticia, lanzada por la Fundación Mona Lisa, de la aparición de una «segunda Mona Lisa«. Posiblemente la pintura más conocida del mundo del arte. Obra de uno de los mejores pintores de la historia.
La fundación presentó las pruebas necesarias para respaldar su afirmación, pero reconocía que la propiedad de dicha obra de arte se encontraba en manos de un «consorcio desconocido». El hallazgo planteaba la pregunta de si realmente sería posible la existencia de una segunda versión del famoso retrato.
La obra salió a la luz en 1913 cuando, el marchante de arte Hugh Blaker la compró en una casa en Somerset. A la muerte de éste, quién había intentado venderla como auténtica sin éxito, quedó en manos del coleccionista Henry Pulitzer. Pulitzer, quién la consideraba más impresionante incluso que la obra del Louvre, gastó parte de su fortuna intentado demostrar que era auténtica. Según determinados documentos, familiares suyos compraron un 25% de la obra para ayudar económicamente en su cruzada. Pero en 1974 acabó por encerrarla en las cámaras de un banco suizo. Tras su muerte, en 2008, la obra acabó en manos de un consorcio internacional.
Hoy en día se ha iniciado una batalla legal entre los supuesto propietarios de la obra que ha llegado a los juzgados italianos. Y que una vez establecido la autoría y originalidad de la obra, puede establecer su valor en millones de euros.
Pero ¿es realmente la Mona Lisa de Isleworth una obra de Leonardo Da Vinci?
Según afirmaciones de su biógrafo, Giorgio Vasari, el genio italiano habría trabajado durante 4 años en la Mona Lisa para acabar dejándola inacabada. Lo que coincide con el aspecto de la lamina de arte descubierta y que presenta un fondo inacabado a diferencia de la obra del Louvre.
Para el profesor Jean-Pierre Isbouts, quién examinó la obra en Suiza durante horas, no hay duda de que se trata de un Da Vinci original. El académico de la Fielding Graduate University afirma, que según los registros históricos, Leonardo habría pintado la Mona Lisa para dos clientes diferentes. Lo que respaldaría la posibilidad de que el autor hubiera realizado dos versiones diferentes del mismo cuadro. Mientras que para el profesor Kemp no hay evidencias que sugieran la existencia de esa segunda obra y se trata de una copia o falsificación.
Las pruebas científicas
a) Según las pruebas se trataría de una obra de principios del siglo XVI.
b) Para los algunos expertos, definitivamente, es una pintura de Leonardo porque la configuración y la composición de la lámina son idénticas a las del Louvre Mona Lisa. Sin embargo alguno expertos afirman que tal grado de similitud sólo puede corresponder a una copia o una falsificación. Ya que en determinado aspectos ambas obras presentan trazos idénticos
c) Y por último los histogramas (los gráficos digitales de los colores utilizados) muestran que es exactamente idéntica.
Con los datos sobre la mesa no hay una conclusión concreta, los expertos se debaten entre quien afirma que es una obra original y quién no. Lo que está claro es que ahora se abre un debate interesante que deberán esclarecer los jueces italianos. Ya que está sobre la mesa el reparto de un pastel muy suculento entre sus legítimos propietarios. Hablamos de millones de euros en las casas de subastas.
Para los que somos amantes del arte, pero no tenemos acceso a dichas subastas, siempre nos queda la opción de comprar una réplica hecha en una lámina o poster que poder colgar en nuestro salón.
Fuentes | Fundación Da Vinci, BBC, Dave Meler
Imágenes | BBC