Se certifica la procedencia del pigmento maya
Chichén Itzá Crédito: Wikipedia Commons |
Ciencia y antropología se han unido para solucionar cuestiones relacionadas con un pigmento fascinante, de brillantes tonos, conocido como Azul Maya. Impermeable a la intemperie, el pigmento fue aplicado en cerámica, escultura y murales de Mesoamérica durante gran parte de los periodos Clásico y Posclásico –250-1.520 dC), jugando un papel central en las antiguas prácticas religiosas mayas. Esta pintura azul inusual se utilizaba para recubrir a las víctimas de sacrificios humanos, así como los altares en que eran ofrecidos a los dioses.
Representación maya Crédito: Wikipedia Commons |
Desde hace algún tiempo, se sabe que el azul maya es una combinación química de índio o índigo (In) y la paligorskita –minerales presentes en la arcilla–. En un artículo publicado en la revista Journal of Archeological, investigadores de la Universidad de Wheaton, el Museo Field de Historia Natural, el United States Geological Survey, CaliforniaState University de Long Beach, y la Smithsonian Institution, se demostró que el componente de paligorskita, de algunas muestras de azul maya, provenían de dos minas situadas al norte de la Península de Yucatán, México. Una en Sacalum y la otra cerca de la ciudad de Ticul en un lugar llamado Sah Yo ‘Kab.
Vista de Palenque Crédito: Wikipedia Commons |
Entre 1965 y 1997, Dean Arnold y Bruce E. Bohor de la United States Geological Survey recogieron 33 muestras de minerales de la región. Después de un pormenorizado análisis mineralógico, fue posible establecer que todas las muestras de azul maya de la antigua ciudad de Chichén Itzá provenían de las minas de Sacalum, mientras que las muestras de azul maya obtenidas en Palenque podrían pertenecer a Sacalum, Kab Yo ‘Sah u otra fuente desconocida.
Representación maya Crédito: Wikipedia Commons |
«Los datos resultantes de este estudio ofrecen una evidencia definitiva de que Sacalum fue la fuente de paligorskita utilizado en azul maya de Chichén Itzá«, afirmó uno de los investigadores.
«En general, este estudio muestra los beneficios clave de la investigación científica en equipo para desentrañar los misterios de una antigua tecnología», dijo, Gary Feinman, participante en el estudio y comisario del Field Museum.
Fuente: EurekAlert