La Guerra Civil española tomó, desde su inicio, un cariz internacional que involucró a miles de personas de otros países en el conflicto. Los defensores de las grandes tendencias políticas de entreguerras encontraron en España un lugar para cambiar el mundo.
En este contexto de lucha internacional, es clave el papel de las llamadas Brigadas Internacionales en el conflicto civil español. Estas Brigadas fueron unidades militares formadas por voluntarios extranjeros de todo el mundo, al menos de 52 países, para luchar con el ejército de la II República española, en contra de los sublevados el 18 de julio. Desde los albores de la guerra, miles de jóvenes llegaron al aeródromo de los Llanos, en Albacete, donde se encontraba la base militar de los extranjeros para su entrenamiento. Los Brigadistas participaron en varias operaciones decisivas como la defensa de Madrid desde 1936 o la Batalla del Jarama. Se estima que unas 40.000 personas pudieron formar parte de este cuerpo militar a lo largo de la contienda. Para estos luchadores, la mayoría jóvenes defensores de la República, la Guerra Civil española significaba el campo de batalla ideal para salvar al mundo del fascismo.
Al inicio de la contienda civil, los dos bandos buscaron apoyos internacionales para su causa. Las potencias, con el beneplácito de la Sociedad de Naciones, acordaron la no intervención en un pacto firmado en septiembre de 1936. Sin embargo, Alemania, Portugal e Italia mostraron su apoyo a los sublevados, mientras que la URSS decidió apoyar al gobierno legítimo de la República española. Fue ésta última, a través de la Internacional comunista, la Kominter, la que decidió crear las Brigadas Internacionales para la defensa republicana de España. A partir de septiembre de 1936 miles de personas de todo el mundo se alistaron como voluntarios. Normalmente estos idealistas pertenecían al partido comunista de su lugar de origen o a alguna organización obrera o sindical, pero lo que caracterizó a las Brigadas Internacionales fue su disparidad geográfica y política, encontrando en ellas a anarquistas, liberales, socialistas o demócratas.
La historia de las Brigadas Internacionales es muy extensa e interesante, sobre todo teniendo en cuenta el lugar de origen de sus participantes, su ideología o sus edades. Sin embargo, la llamada Brigada Abraham Lincoln es una de las más curiosas por su significado en la historia de Estados Unidos. Los estadounidenses participaron en varias unidades pero fueron conocidos colectivamente bajo la Brigada Abraham Lincoln (ALB), aunque realmente fue un batallón integrado en la XV Brigada. “La Lincoln” comenzó a operar en 1937 con unos 500 miembros, terminando la contienda con unos 2500 bajo las órdenes del célebre Steve Nelson, conformando el mayor contingente de voluntarios fuera de Europa. Los voluntarios de la ALB, lucharon activamente en las batallas de Belchite, Brunete y el Jarama, además de actuar en la defensa de Madrid y Valencia. «La Lincoln», al igual que las demás Brigadas Internacionales, se retiró de la lucha de manera oficial en 1938, cuando el gobierno republicano intentó cumplir con el tratado de no intervención en un intento de presionar a Alemania e Italia para que no apoyaran al ejército franquista.
Sabías que… La Brigada Abraham Lincoln tiene especial interés ya que fue la primera división no segregada de la historia, en la que sus miembros eran estadounidenses.
Varios años antes de la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos, la situación del ejército estadounidense era el reflejo de la sociedad en la que se inscribía: la segregación en el ejército no fue eliminada hasta 1950. En la Guerra Civil, la Brigada Lincoln, estaba compuesta por personas que se consideraban iguales y luchaban por la libertad sin segregación. De hecho, fue en este contexto cuando Oliver Law, fallecido durante la batalla de Brunete, se convirtió en el primer oficial afroamericano de la historia al mando de militares blancos estadounidenses. Esta experiencia fue un punto de partida para la lucha por la igualdad en Estados Unidos. No obstante, la importancia fue más simbólica que práctica: durante la II Guerra Mundial los afroamericanos que combatieron volvieron a sufrir la segregación racial, incluso aquellos que habían pertenecido a esta unidad internacional. Aunque las políticas segregacionistas no variaron, la Brigada Lincoln creó un imaginario en el subconsciente colectivo nacional e internacional en contra de la segregación racial.
El legado de la Brigada fue dual. Al principio, los voluntarios estadounidenses que lucharon contra el fascismo en España tuvieron mucho que ver con el apoyo de la opinión pública sobre la inclusión de Estados Unidos en la II Guerra Mundial. Además, fueron considerados por su país estandartes de la libertad y justicia, al menos durante las primeras décadas. Pero al inicio de la Guerra Fría, cuando el odio al comunismo se extendió por todo Estados Unidos, los miembros de la Brigada Lincoln sufrieron una “caza de brujas” en su país en la década de 1950, acusados de simpatizar con la URSS o incluso trabajar para sus servicios secretos.
Aún con ello, los voluntarios de la Brigada Lincoln recibieron varios homenajes e incluso existen varios monumentos repartidos por todo el país.
Fuentes| alba-valb.org/ – Abraham Lincoln Brigade Archives
Bibliografía| La Odisea de la Brigada Abraham Lincoln, Peter N. Carroll. Escuela de Plata. 2005.