El final de la I Guerra Mundial no se produjo tan solo por una victoria militar, sino por las contradicciones surgidas en los países centrales que desembocaron en tensiones sociales internas. La propaganda bélica imposibilitaba una visión real de los objetivos y pretensiones de la I Guerra Mundial. Los Tratados de Paz se fundamentarán en los denominados «14 puntos Wilson» y justificarán las aspiraciones de los aliados en pro de la defensa de la democracia. Así como en la necesidad de asegurar unas fronteras “seguras” que garanticen la estabilidad.
Los aliados exigirán la restitución de Alsacia y Lorena, y el reconocimiento de autodeterminación de las minorías nacionales dentro de los países; la autonomía de Bélgica, Polonia y Montenegro (como puntos inamovibles). Mientras que Alemania aspira a conservar sus colonias y el reconocimiento de las anexiones territoriales en Bélgica y Francia.
El 8 de enero de 1918, el presidente americano Woodrow Wilson hizo una llamada a las naciones europeas para realizar un alto el fuego e iniciar la reconstrucción del continente europeo. En su famoso discurso de los «catorce puntos», Wilson, instaba a crear un nuevo orden mundial y alejar así el fantasma de la guerra.
Los denominados 14 Puntos Wilson fueron:
- Supresión de la diplomacia secreta.
- Libertad de navegación en todos los mares.
- Liberación del comercio mundial y reducción de las barreras arancelarias.
- Reducción armamentística
- Posibilidad de que cada potencia se haga con sus “justas” aspiraciones coloniales.
- Evacuación de los territorios ocupados en Rusia
- Evacuación de Bélgica
- Restitución de Alsacia y Lorena
- Rectificación de las fronteras italianas incluyendo la zona del Trieste y el Bajo Tirol.
- Derecho de autodeterminación para los pueblos del Imperio Austro-Húngaro
- Retirada de las tropas austro-húngaras de los territorios balcánicos ocupados.
- Derecho de autodeterminación de los pueblos sometidos por el Imperio Turco.
- Derecho de Polonia a la independencia con una salida al mar.
- Creación de una Liga de Naciones para solucionar de manera pacífica los conflictos.
El mapa europeo quedará modificado de forma drástica.
Para Keynes, los tratados de paz llevados a la práctica serán el germen de la II Guerra Mundial. La política que Francia impone a los alemanes fue en realidad una amenaza futura. Alemania como potencia vencida se auto-excluirá de las conferencias de paz. No solo se trataba de aceptar la derrota, sino también la pérdida de casi sesenta mil kilómetros cuadrados y cerca de siete millones de habitantes. También debe asimilar la perdida colonial de Tanganica y el África del Sudoeste, Alsacia y Lorena en la Prusia Oriental y la independencia de Polonia con el corredor que le permita una salida al mar. Y además se prohíbe que la población germana de Austria se una a Alemania.
El ejército se verá reducido a un cuerpo de voluntarios compuesto por unos cien mil efectivos y debe prescindir de toda su flota. A esto se deben añadir las sanciones económicas y el arrendamiento de la zona del Serre a Francia por un período de quince años.
La Conferencia de París muestra un nuevo concepto de Europa, en base a la autodeterminación de los pueblos, con cambios significativos en el Imperio Otomano, Rusia y el Imperio Austro-Húngaro. Esto quedará plasmado en los tratados de Saint Germain (Sept. 1919), Neully (Nov. 1919), Trianón (Jun. 1920) o Sernés (Agost. 1920). El resultado será la creación de nuevas naciones en territorio ruso: Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania y Polonia. Rumanía, Checoslovaquia, Hungría y Yugoslavia en territorio austro-húngaro.
Fuentes| Villani, P., La edad contemporánea, 1914-1945, Ariel, Barcelona, 1997. VV.AA, Historia universal del siglo XX: de la Primera Guerra Mundial al ataque de las Torres Gemelas, Síntesis, Madrid, 2001.
Autor | Dave Meler
Imágenes | W. Commons
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