El 6 de Septiembre de 1914 ocurrió un hecho muy curioso, en pleno comienzo de la Primera Guerra Mundial, y que hoy en día desempolvamos de los archivos de la historia. Tras el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria, se produjo un estado de convulsión en la vieja Europa bastante propicia para desencadenar una de las mayores guerras conocidas hasta el momento. El magnicidio fue sólo el culmen de una serie de desdichas que vaticinaban un cambio geopolítico con desigual resultado.Distintas ideologías y diferencias en los estratos sociales, además de la vieja creencia aun de la importancia del imperialismo, creaban un caldo de cultivo difícil de digerir.
Ante esta situación, la maquinaria alemana empezaba su avance imparable con un objetivo claro: la toma de la capital francesa. Los generales del ejército alemán tras varias reuniones en cerradas noches de campaña, acordaron que la mejor manera de sorprender al enemigo era sin duda atravesando el río Marne.
Por contra, el ejército francés, conocedor de dichos planes, se afanaba en contener la maquinaria alemana, con ayuda de la escasa aviación francesa que se obstinaba en impedir el avance germano.Todo era cuestión de tiempo y las reducidas tropas galas en el frente suspiraban por la pronta llegada de refuerzos capaces de contener al enemigo.
La premura era máxima, las comunicaciones escasas y la logística brillaba por su ausencia por lo que al alto mando francés se le ocurrió una idea que haría cambiar el rumbo de la historia…
Se movilizaron a todos los taxistas de París, que en innumerables caravanas «cargaban» a los soldados en su interior hacia el frente. ¡6000! fueron los reservistas llevados al frente por más de medio millar de taxis que entregaban y recogían valerosos soldados una y otra vez en una carrera hacia el infierno. Junto a los británicos, consiguieron frenar el avance alemán. Haciendo retroceder el frente más de 60 kilómetros e iniciando una guerra de trincheras que duraría la friolera de tres años.
Si están pensado lo mismo que se preguntó un servidor cuando realizó este artículo, os diré que tenéis toda la razón. y sí, ¡hubo que pagar las carreras de los taxis!
Encantado de encantaros con los encantos de la historia.
Fuentes| laguia2000.com/francia/la-primera-batalla-del-marne, W. Commons, archivodeautos, historiareimilitaris