Cuando uno piensa en la arqueología a menudo le vienen a la mente los grandes descubrimientos de la historia… el ejército de terracota chino, la tumba de Tutankhamon… pero en ocasiones la arqueología resulta menos glamurosa de lo esperado, aunque no por ello menos útil… Arqueólogos daneses descubren el contenido poco glamuroso de un grupo de barriles medievales. Originalmente construidos para el transporte de mercancías y el almacenaje de pescado, los barriles acabaron por ser reconvertidos en letrinas. Para sorpresa de sus descubridores aún conservaban el contenido original en el momento del descubrimiento.
«Estamos hablando de letrinas de 700 años de edad. Y sí, todavía huele mal,» declaró Maria Elisabeth Lauridsen, el arqueólogo encargado de la excavación.
Descubiertos en el centro de la ciudad medieval de Odense (Dinamarca), la ciudad natal del escritor de cuentos Hans Christian Andersen, se cree que los barriles habrían estado asociados a una zona de aseo. «La excavación se caracteriza por sus excepcionales condiciones de conservación y se encuentra en un yacimiento medieval que contienen casas de ladrillos, casas de entramado de madera y establos«, dijo Lauridsen. Descubiertos en «perfecto estado«, el excremento humano puede dar a los científicos una visión única de lo que la gente comía en Dinamarca en la Edad Media. «Los resultados preliminares de los análisis muestran que las frambuesas eran populares en Odense en el año 1300. Los contenidos también contienen pequeños trozos de musgo, de cuero y de la tela que se utiliza como papel higiénico«, dijo Lauridsen. Parece que los barriles fueron reciclados para diferentes usos en la Odense medieval. La excavación desenterró tres barriles apilados uno encima del otro y atado juntos. Un sistema de tuberías en la parte inferior de la estructura llevaba agua hasta un pozo. Para evitar que el lodo llegase al pozo, el barril más bajo estaba cubierto de juncos. «Estamos encontrando información nueva y emocionante de cómo era la vida en Odense durante el siglo XIV«, dijo Lauridsen.
Fuente| news.discovery
Imagen| Odense City Museum.