“La tía Laura, la vieja y valiente tía Laura, haciendo partícipe a la pequeña Maina de la peripecia de su vida de superviviente de una experiencia que las mujeres de su tiempo solían aceptar sin rechistar: el maltrato, las vejaciones a que eran sometidas por los maridos déspotas y cobardes, contando, naturalmente, con la connivencia de sus familiares, que miraban para otro lado porque así eran las cosas y así tenían que aceptarse. Y de esa experiencia y ese ejemplo, bebe la pequeña, que no quiere ser lo que le dicen que tiene que ser por su condición de mujer y por tanto servidora de los hombres que tenga a su alrededor desde su nacimiento y mientras viva. Un grupo de cazadores de lobos exhibiendo un ejemplar recién abatido por las calles del pueblo, una gran tormenta y la posterior riada que anega las escuelas, y la llegada de un joven maestro que acarrea una circunstancia personal que ha condicionado su vida…”
“Estas historias muestran a personajes como Justina y su afán de afrontar una sepultura inalcanzable, o Pedro, que duda en su caída libre, cuando se afronta irremediablemente a ese segundo que puede ser el último de su vida, o el obsesionado individuo que rastrea el implante del pecho izquierdo de su amada hasta el paroxismo. O Julia, con ese extraño síndrome que le hace ver a la gente con los rostros que tendrán cuando estén muertos. San Eutimio no tiene ojos ni orejas, la acción se desarrolla en un barrio de prostitutas donde los hijos están por cometer un crimen abominable, los narradores son ellos mismos, recopiladas sus impresiones en textos enviados a través de sus teléfonos móviles. En el cuento: Ese bendito cuerpo disecado de Zuyaqui, se vive la experiencia mística que tienen algunos objetos narcos, como las leyendas en las cachas de armas preciosas que reflejan fielmente una idiosincrasia enteramente dislocada de la realidad. Por citar solo algunos.”
Ha sido galardonado con el Premio Internacional de Literatura de la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Barbastro (España) La Mueca del Pícaro 2009 por su cuento “Tenor”. Obtuvo el 3er premio en el II Concurso de micro-relatos Valladolid Internacional 2009 con su hiperbreve: “Eppur si muove”. Recibió una Mención de Honor Especial en el Concurso de Cuentos Nuestra palabra (2006) de Toronto (Canadá) con su relato “La casa acribillada de enfrente”. Su narración “Los entierros imposibles” ha sido merecedora del Primer Premio del concurso de narraciones breves Stonberg Editorial 2009, con la consecuente publicación del libro en el año 2010.
En el 2011 resultó finalista en el “Certamen de relatos sobre la enfermedad mental” organizado por la Universidad de Jaén, España; y fue ganador del V Concurso de Microrrelato Asociación Cultural Onda Polígono, con sede en Toledo, por su cuento “La cantante de radio”.