Budapest es una de la ciudades más grandes y excitantes del Centro y Este de Europa y una de las poca capitales donde disfrutar de fuentes termales naturales.
La primera edad dorada de los baños situados en Budapest data del siglo I d. C. Los legionarios romanos disfrutaban de más de 15 baños, algunos de los cuales todavía se pueden disfrutar en su localización y con sus muros originales, como los baños de Óbuda, hoy en día. Durante la segunda edad de oro de las termas, cuando la ciudad de Buda se convertirá en capital del país, el rey Matthias visitaba de forma habitual. Incluso llegó a construir un corredor entre el castillo de Buda y las termas de Rác, para poder llegar a ellos de forma privada. Los baños de Rudas y Király nos recuerdan el esplendor de la cultura de baños durante los 150 años de ocupación turca. En la segunda mitad del siglo XIX, el primer pozo artesano de aguas calientes fue construido en Budapest, las termas históricas fueron renovadas y se construyeron nuevas, entre ellas en el año 1913 las primeros baños termales de Pest, las termas de Széchenyi, el complejo de spa más grande de Europa.
Budapest capital mundial de las aguas termales
Budapest reclama orgullosa ser la capital mundial de las aguas termales, oficialmente ostenta el título de Ciudad Spa desde hace más de 80 años. Desde 2010 se han iniciado proyectos para la conservación y renovación de los complejos termales, como la renovación de los baños Lukács y Rudas (terminados en 2012) o la construcción de 6 nuevas piscinas en las termas de Dagály que albergarán los Mundiales de Natación en 2021.
Termas de Budapest
Las piscinas y baños de Széchenyi
Primer complejo termal de Pest y ganadora del premio Producto de Calidad Húngaro, situado en el lado izquierdo del Danubio es el complejo más grande de Europa. Abastecido por un pozo termal de 1246 metros de profundidad, el segundo más profundo de Budapest, con temperaturas de hasta 76°.
St. Gellért piscinas y baños termales
El hotel abrió al público en 1918, posteriormente se añadieron los baños de espuma y de burbujas en 1927, cuyas máquinas originales siguen en funcionamiento. La antigua sección de mujeres fue restaurada en todo su esplendor artístico en Octubre de 2007, y parte de la sección masculina conserva su estructuras originales.
Baños termales de St. Lukács
Estos baños ya existían en la época de los cruzados y durante la época de la ocupación otomana, fueron los baños favoritos del Gran Visir Turco. Tras la recuperación de Buda en 1686, los baños pasaron a formar parte del Tesoro. Visitantes de todo el mundo han acudido a el en busca de remedio para sus enfermedades por la fama curativa de sus aguas. Placas de agradecimiento pueblan sus muros como muestra de ello.
Termas de Rudas
Construidos durante la ocupación turca, en el siglo XVI, son conocidos como «los baños turcos» y tienes más de 500 años de antigüedad. Desde 1936 permanece abierto sólo para hombres, aunque desde su renovación en 2005 los martes y fines de semana las mujeres son admitidas.
Baños termales de Király
Construidos por el Pasha turco de Buda en 1565, se construyó dentro de los muros de la fortaleza turca y por lo tanto se suministra de las aguas termales de los Spa de Lukács y de Király.
Baños termales de Dandár
Desde 1928 se trata del primer baño público para la higiene personal de los habitantes del Budapest. Originariamente el agua termal se transportaba en camiones cisterna desde el complejo de Széchenyi, pero desde 1978 tiene su propio pozo.
Piscinas termales de Csillaghegyi
Se trata del baño más antiguo de época moderna de la capital húngara, compuesto de un complejo de piscinas abiertas al aire libre y rodeado por un magnífico parque.
Dagály abierto al público en 1948 utiliza aguas termales que nacen por debajo del lecho del Danubio. Los baños Palatinus fueron los primeros en tener baños exteriores, con una piscina en el río Danubio. Los Baños Római fueron utilizados por los romanos para bañarse y es considerado un lugar sagrado. El complejo termal Paskál es el más nuevo de los baños de Budapest. Y los baños de Pünkösdfürdó fueron construidos junto al río en 1935.
Aguas certificadas médicamente, con altos contenidos de calcio, magnesio y otros componentes beneficiosos para la salud hacen que cualquier visitante que llegue a la capital húngara se vea prácticamente obligado a pasar por uno de los magníficos baños termales de Budapest.
Fuentes | Dave Meler, BGYH
Imágenes | Dave Meler, Széchenyi Spa