La Roma oculta por Little Lottie
De todas las ciudades italianas que he visitado me quedo, sin duda, con la Roma Oculta. Florencia es maravillosa, Venecia tiene ese encanto decadente, hay numerosas poblaciones pintorescas, preciosas, que también acumulan arte en sus calles y edificios, pero la Roma oculta es diferente. En ella se nota el halo de la capital del aquel imperio que ha heredado la sociedad occidental, en ella se palpa el paso de los diferentes movimientos artísticos más importantes que tuvieron repercusión internacional, se percibe la magnificencia papal que engrandeció la ciudad.
Pero además de todo lo percibido, de todo lo sabido sobre ese pasado, hay una Roma oculta y desconocida.
Está fundamentada la certeza de que en el subsuelo de la ciudad existe una configuración urbanística mucho más extensa, tanto es así que, en septiembre de 2015, el rotativo italiano Corriere della Sera publicó el importante hallazgo de los restos de una antigua casa romana del Siglo VI a. C., en la colina del Quirinale, bajo el Palazzo Canevari (antigua sede del Instituto Geológico de Roma) Este descubrimiento es significativo porque, hasta el momento, existía la teoría de que esa zona había sido lugar de enterramientos, sin embargo, esta revelación confirma otra hipótesis sostenida en la fundación de pequeñas aldeas primigenias en las colinas del Quirinale, Esquilino y Celio, un siglo antes de la tradicional fundación de Roma, en el Siglo VIII a. C. por Rómulo y Remo, por tanto serían los restos más antiguos encontrados, evidenciando una sociedad más o menos estructurada.
Y todo ello, aunque es trascendental, no me causa excesiva sorpresa, teniendo en cuenta la historia de las ajetreadas cortes papales, las cuales pusieron la ciudad “patas para arriba”. A partir del papa Sixto IV, en plena época del Renacimiento, la obsesión por rebuscar y atesorar antigüedades llevó a varios pontífices a promover excavaciones y fue el momento en que resurgió todo ese pasado imperial rescatado, para su propia gloria, pero también… y es una suerte, para la gloria de la Historia del Arte.
“Para comprender el presente hay que conocer el pasado”.
Pierre Vilar, historiador francés
El patrimonio como cantera de materiales inagotable
Son discutibles algunas prácticas, pues utilizaron restos de templos, casas y palacios de época imperial como canteras para formar otros edificios. Por poner un ejemplo, en la Iglesia San Pietro in Vincoli, donde podemos admirar el extraordinario Moisés de Miguel Ángel Buonarroti, las columnas que forman las tres naves del templo fueron rescatadas de la Domus Aurea de Nerón. Por un lado es loable poder contemplar las lustrosas columnas dóricas en perfecto estado, pero por el otro no es posible verlas en su emplazamiento original. Lo mismo ocurrió con los revestimientos de reluciente mármol travertino de edificios como el Coliseo, al mismo tiempo se enterraron y taparon otros valiosos restos, que en aquel momento no parecieron relevantes.
Otra Roma oculta y desconocida va saliendo a la luz, seis siglos después, reflejando otra realidad posible, o quizás la misma pero enriquecida y en cualquier caso fascinante.
Little Lottie, experta en turismo de sensaciones.
Nuestra redactora en la sección de viajes cree que «un viaje debe emocionar, aunque sea una pequeña excursión cerca de casa».
«El motivo por el que he elegido hablar de este descubrimiento, para el especial 5° Aniversario, es por su importancia a nivel arqueológico e histórico. Además me ha dado la oportunidad de hablar sobre Roma, una ciudad especialmente encantadora para mí, por las razones comentadas ya. Roma bien vale una misa, dos, tres, tres mil, infinitas.»
Fuentes | Little Lottie
Imágenes | Partenope.org, Roma.corriere.it
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