Recreaciones históricas «aptas para niños»

Una recreación histórica o también llamada “Historia Viva”, es una gigantesca obra de teatro, una gran puesta en escena de un acontecimiento histórico, con todo lo que ello conlleva, aunque con marcadas diferencias.  En ellas se trata de recrear y divulgar con la máxima autenticidad los acontecimientos que han forjado nuestra Historia.

Su objetivo principal es profundizar en el conocimiento de una época y revivirla reconstruyendo rigurosamente todos sus aspectos: uniformes, armamento, condiciones de vida, campamentos, música, escenificación de combates, etc. Se trata de recrear sucesos del pasado, principalmente militares, pero también de la vida común.

Con ello se pretende acercar la historia de una manera visual y más atractiva a personas de todas las edades; dar una “clase de historia visual” in situ en la que niños y mayores puedan ver, oír y palpar aquellos hechos que protagonizaron nuestros antepasados, a la vez que se adquiere una mayor comprensión de ellos.

Zaragoza ha recreado este fin de semana los doscientos años de la liberación de su ciudad. Tras el éxito alcanzado con la recreación de Los Sitios en 2008 y de la caída de Zaragoza en 2009, este ciclo histórico se cierra con la recreación de la Reconquista de la Ciudad y de la huida de los franceses.

Cerca de  400 recreadores – ya experimentados en este tipo de eventos-  principalmente grupos federados y asociaciones  tanto de España como de Francia, Italia, Irlanda o Polonia se han vestido de época y han rememorado la Guerra de la Independencia. En concreto el acontecimiento sobre el período de la ocupación de Zaragoza durante la Guerra, desde la Capitulación, después de Los Sitios, hasta 1813.

La epopeya de Los Sitios de Zaragoza es bien conocida, pero éstos apenas duraron ocho meses y ¡la guerra duró 6 largos años!, pero ¿qué ocurrió en Zaragoza y el resto de Aragón a lo largo de este olvidado período?

A través de esta recreación,  grandes y pequeños conocen una época tan interesante como desconocida para la mayoría. Tras los episodios de Los Sitios, la ciudad quedó arrasada y su población diezmada. La ciudad tuvo que recuperar su ritmo cotidiano, abastecerse, sanar sus heridas y poner en marcha mecanismos que consolidasen la convivencia con el ejército francés o la adhesión al mismo. Es la recuperación de una sociedad desolada por la guerra que, después de unos dramáticos asedios, tuvo que ser fuerte y levantarse sobre sus ruinas. El tiempo de los héroes quedó atrás en la rutina del paso de los años de la ocupación.

En esta ocasión se rememoran aquellos años de ocupación y la posterior liberación en 1813, cuando Zaragoza es recobrada y el ejército invasor abandona la ciudad rebelde que con tanto sacrificio había logrado someter. Es el fin de la ocupación francesa, que en este 2013 se cumplen sus 200 años.

A través de la recreación se difunde la historia y la cultura militar española y europea. Es una fórmula para sacar los museos, los archivos, bibliotecas o las asociaciones a la calle para disfrute de todos. En ocasiones este tipo de  recreaciones van acompañadas de charlas educativas que fomentan la lectura de libros históricos y promocionan  un evento cultural de gran creatividad artística para difundir la Historia, que garantiza el éxito de asistencia por los niños.

Los objetivos más directos de este tipo de eventos son:

• Enseñar la historia a los niños y jóvenes a través de los trajes y uniformes, de los modos de vida en los campamentos y de los medios de lucha utilizados en las distintas épocas, desde la tiempos remotos hasta los más recientes
• Servir de atracción turística a miles de visitantes que forman parte activa en éstos acontecimientos. Los diferentes escenarios se convierten en un gran parque temático de historia, con plató de cine incluido, uniendo las actividades culturales y educativas con ocio.

La recreación histórica no solo pretende “contar algo”, sino que trata de involucrar al espectador de todas las edades  de la historia en el acontecimiento. No simplemente divulga la historia, sino que trata de revivirla, con el fin de que el público que asiste a ella “sienta y viva” aquello que se está recreando, en pocas palabras, que se meta en la piel de los que en realidad vivieron el acontecimiento, ese es el logro de las recreaciones históricas.

Las actividades relacionadas a la «recreación» no son nuevas. Los torneos en la edad media tenían temas romanos o más antiguos (mientras que los romanos mismos montaron recreaciones de famosas batallas navales (naumaquia) y terrestres dentro de sus coliseos como una forma de espectáculo público), y en la época victoriana se recrearon objetos medievales como tapices.

¿Qué es un recreador histórico?

La mayoría de los participantes son aficionados que aman y buscan la historia como un hobby. Los participantes en esta afición son muy diversos. Las edades de los participantes oscilan entre los niños pequeños cuyos padres los traen a los acontecimientos.

Se hacen las réplicas de las cosas que se ven en los museos y en libros y se aprende cómo se desarrollaban las tareas cotidianas con esas ropas o esos instrumentos.La atención al detalle, a la autenticidad en el diseño se da en todo. Desde los sombreros al calzado, gafas, equipo de campamento, pertrechos, equipo militar, armas, etc.

El programa de la Recreación ha durado todo el fin de semana, llevando guión riguroso de los acontecimientos  para que todos los públicos puedan disfrutarlo:

• Gran campamento napoleónico en la arboleda de Macanaz con numerosas actividades: Desfiles, escaramuzas y demostraciones. (paseos en burro, cabezudos) Por el parque se podían ver a héroes y heroínas de los Sitios de Zaragoza como el General Palafox, Madre Rafols, la Condesa de Bureta, el Tío Jorge, Espoz y Mina y hasta Agustina de Aragón…
• Combate en las calles y retirada de los franceses (al anochecer) por el Puente de Piedra, haciendo explotar en éste, tras su paso, una gran traca, recordando su voladura en 1813.
• Tras la retirada del grueso de las tropas, en el Castillo de la Aljafería se quedó una pequeña guarnición encargada de su defensa, la que capitularía tras varios días de cerco. La recreación final ha reproducido dicho cerco y la toma del Castillo, que supuso la definitiva recuperación de la Ciudad.

El público, y en particular los niños, que han visto el  espectáculo, sin darse cuenta, al hablar con los participantes, tanto antes como después del acto o la contienda recreada, han aprendido cosas que luego no olvidarán.