En artículos pasados comentamos el nacimiento de Hispano-Suiza, la mejor marca española de automóvil de la historia. En el artículo de este mes de Abril, comenzaremos a relatar su historia, llena de lujo y competición.
A parte de sus conocidos diseños de automóviles, su historia nos habla de que fueron capaces de diseñar y fabricar también motores de aviación, marinos, transportes bélicos e incluso armas.
Un año después del fracaso financiero de La Cuadra en 1902, el mayor acreedor de la firma Jose María Castro Fernández y gracias al apoyo económico conseguido; constituye la sociedad J. Castro en Comandita, Fábrica Hispano-Suiza de automóviles absorbiendo al personal técnico y al personal especialista de la anterior empresa y a su vez toda la maquinaria, utillajes e instalaciones.
Instalando la nueva sociedad en la Calle Floridablanca en Barcelona.
El ingeniero Marc Birkigt también formó parte de la nueva sociedad como socio industrial.
Los primeros trabajos realizados fueron la terminación de los vehículos paralizados por el cierre de La Cuadra, con la novedad del nuevo motor bicilindrico diseñado por Birkigt.
El primer coche de Castro llevaba un motor bicilindrico de 10 cv diseñado por el ingeniero suizo en la compañía de La Cuadra, adaptado y re-diseñado para los nuevos modelos de la Factoría Hispano-Suiza. Montaba una caja de cambios de cuatro velocidades nada común en aquella época.
De este modelo se cree que se fabricaron 4 unidades, de las cuales una de ellas fue adquirida por el empresario de artes gráficas Francisco Seix, gran admirador de Birkigt y poseedor de un bicilindrico de la compañía de La Cuadra. Marc Birkigt llegó a diseñar un motor de 4 cilindros de 2.545 cc y 14 CV, con una novedad; montaba dos árboles de levas, uno para la admisión y otro para el escape.
En 1904 a pesar de la buena marcha de la empresa, el elevado coste de los diseños de prototipos complicó su situación económica, obligando al cierre de la empresa. Otro cierre más por problemas de financiación. Entonces Francisco Seix y su amigo Damian Mateu abogado y empresario, realizan un estudio exhaustivo de viabilidad para descubrir los motivos del cierre de las fábricas La Cuadra y J. Castro.
Así que el 14 de Junio de 1904 se constituye una nueva sociedad. “La Hispano-Suiza, Fábrica de Automóviles, S.A.”. Con Damian Mateu como presidente, Francisco Seix vicepresidente y Marc Birkigt como director técnico.
El capital inicial eran 500.000 ptas. De las cuales se repartieron mitad y mitad en los años 1904-1905; quedando así 1000 acciones de 500 ptas.
En las mismas instalaciones de la calle Floridablanca de Barcelona comenzaban los trabajos de la nueva compañía y así a finales del 1904 se vendieron los dos primeros coches con el nombre Hispano-Suiza. Ambos de 14 CV y uno de ellos vendido por 14.000 ptas. a un comprador argentino.
El Castro 14/16 CV fue la base del primer Hispano-Suiza, de 20 Cv y 3.770 cc, que se vendió en los primeros días del año 1905. Fue el de mayor éxito de esta primera serie y con el cual se recogían los primeros éxitos en competiciones deportivas.
En agosto de 1905 Birkigt viajó a ginebra para cerrar un convenio por el que la “Societé d´Automobiles de Geneve”, adquiría los derechos de fabricación de coches bajo licencia Hispano-Suiza.
Gracias a su fiabilidad, calidad y prestaciones los Hispano-Suiza fueron considerados coches de lujo y prestigio dentro de la sociedad. A su vez eran rápidos y perfectos para las carreras de coches de la época donde ganaban trofeos con estilo.
En aquella época, los fabricantes de vehículos de lujo, entregaban solamente el chasis y el motor al cliente; para que después él pudiera elegir a cualquier carrocero para construir el coche a su propio gusto.
Así se encontraban vehículos construidos en el mismo año pero con distintas carrocerías, vestidos para el lujo por los mejores carroceros de España y de Europa.
Fuentes| Wikipedia, vehiculosclasicos, autopasion18, imperio-numismatico
En colaboración con iHistoriArte| Jose Luis Hernández
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