Adentrándonos en los abruptos valles norteños, después de cruzar la tierra tapizada por extensas plantaciones vinícolas, recabamos en Santillana del Mar (Cantabria). Nos alojamos en el Parador Gil Blas. Se trata de una añeja casona noble, de arquitectura recia propia de la zona. En su decoración interior imperan materiales como la madera, piedra y hierro forjado.
Santillana del Mar es un hermoso pueblo turístico, declarado Conjunto Histórico-Artístico. Sin embargo, entre el vaivén de personas paseándolo, entre restaurantes, tiendas de souvenirs, y bares típicos, nos sorprendió muy gratamente la visita a la Colegiata de Santa Juliana. Formidable complejo medieval totalmente recomendable, pero con un tesoro único: los capiteles del claustro, que data del Siglo XII. Decorados de manera diferente, según la panda, con motivos vegetales, marinos o figurativos, llenos de simbología encubierta o explícita son una maravilla. Y no sólo podemos disfrutar de ellos en el claustro, también en el interior pueden verse capiteles ricamente elaborados.
Imprescindible la visita a Comillas. Es un pueblo costero con una interesante historia, que pasa desde la villa de pescadores hasta la reconversión completa en centro cultural, donde se dan cita ricos indianos, artistas modernistas, aristocráticas personalidades a finales del Siglo XIX, principios del XX, que escogieron la zona para sus vacaciones estivales. Una época muy creativa a todos los niveles.
Existen multitud de monumentos para ver sin dejar de pasear por sus calles hasta bajar a la playa, pero de entre todos ellos destacamos los siguientes:
El Capricho de Gaudí: célebre villa encargada en 1883 por el indiano Máximo Díaz de Quijano, emparentado con Antonio López (Marqués de Comillas) al entonces primerizo Antonio Gaudí, que ya dejó su inconfundible huella en el proyecto. En ella pueden apreciarse las trazas de la arquitectura modernista con sus formas ondulantes, cromatismo exterior gracias a la combinación de materiales como el ladrillo, la cerámica, la piedra y el hierro. Los interiores adaptados al espacio, iluminados con vistosas vidrieras. Abundan los motivos vegetales de inspiración oriental, así como las alegorías.
Universidad Pontificia: otro arquitecto modernista (Joan Martorell) es el encargado de llevar a cabo esta magna obra, fundada por el Marqués de Santillana, en 1890, para formar a los seminaristas de pocos recursos y destinados al sacerdocio.
Más cerca de la playa, nos encontramos con el Cementerio y la amenazadora escultura del Ángel Exterminador, fechada sobre el 1894, realizada por Josep Llimona. Se distingue desde muchos puntos del pueblo, ya que está sobre un promontorio con espectaculares vistas al mar. Una mezcla de espiritualidad y sobrecogimiento nos invade, paseando entre sus muros.
Nos acercamos también al encantador pueblo de Suances. Quisimos admirar aquí la fusión de la naturaleza con el mar, en estado puro. La zona es principalmente pesquera con unos alrededores idílicos compuestos de bellos paisajes, que transmiten la esencia cántabra.
Para otra ocasión dejamos la visita a las Cuevas de Altamira (Patrimonio de la Humanidad), cuna de nuestro pasado histórico más remoto. En aquel entonces las auténticas todavía estaban cerradas al público, aunque era posible (y sigue siéndolo) visitar la fiel reproducción en el centro de interpretación e investigación.
Dando por finalizada nuestra estancia en esta comunidad llena de contrastes, seguimos camino de vuelta, no sin antes hacer una parada en un lugar emblemático: Sos del Rey Católico, en la provincia de Zaragoza (Aragón)
¿Os gustaría conocer lo que descubrimos allí?
¡Atentos al próximo artículo!
Bibliografía| Campuzano, Enrique. La Colegiata de Santa Juliana. Santillana del Mar. Ed. Museo Diocesano de Santillana del Mar – 2004
Fuentes| paginas oficiales de Paradores, Turismo de Cantabria, Santillana del Mar-turismo, Ayuntamiento de Comillas, Suances.net y Museo de Altamira.mcu.es
Tambien en iHA| Ruta de los Paradores (I) La Rioja)
Nota: Para los créditos de las fotos: pinchad en ellas y se abrirán los enlaces.