Una frase te da la bienvenida en la puerta de la vieja Iglesia de San Martín en Belchite:
“Pueblo viejo de Belchite, ya no ten rondan zagales, ya no se oirán las jotas que cantaban nuestros padres”
Hoy en día solo verás ruinas, es la historia de nuestros antepasados, de un pueblo y su cultura. Tanto en las casas como en las iglesias y torres evidencian vestigios de la cultura islámica. Los primeros pobladores datan de la época romana pero si hay que hablar de alguna cultura estilística es la mudéjar, por el trazado de sus estrechas calles, los muros de los conventos e iglesias, por el elemento decorativo exterior como es el ladrillo y la construcción de un sistema de riegos árabe que todavía hoy está en uso, es la acequia de Becú que bordea el Norte y el Este del pueblo de Belchite.
El pueblo viejo de Belchite ha soportado numerosas guerras, que han ido creando y dejando un paisaje expresionista. El añil, carmín y la cal dan color al paisaje en cada una de las paredes, fachadas o edificios que sobreviven al paso del tiempo y que quedan en pie. Guerras púnicas entre romanos y cartaginenses, la batalla entre las tropas españolas y francesas de la Guerra de Independencia o la Guerra Carlista entre otras. Aunque la más devastadora de todas fue la última que este pueblo, hoy en día denominado como «pueblo fantasma», tuvo que soportar fue la Guerra Civil.
Los republicanos acabarían por arrasar literalmente la villa defendida por los nacionales. Aunque fueron las tropas de Franco quienes al final ganarían la guerra. Se les dio la posibilidad a los habitantes del pueblo de reconstruir el ya derruido o edificar uno nuevo. Los vecinos eligieron la segunda opción, y quiso Franco vengarse de aquellos que habían destruido el pueblo haciendo que los prisioneros del bando republicano construyeran con sus propias manos la nueva población.
Hoy en día circulan en torno a Belchite numerosas leyendas, y es digno de estudio por expertos en fenómenos paranormales. Si te atreves a pasar una noche entre sus calles, ruinas de los conventos San Agustín y San Rafael, la torre del reloj, el cementerio, la iglesia…con grabadora en mano te sorprenderás con sus psicofonías: gritos, lamentos, lloros, aviones, disparos, todos los testimonios de los testigos de esos años de guerras sangrientas que se llevaron a cabo en el escenario de Belchite.
Uno de los pueblos más visitados de España. Más de diez mil personas visitan sus ruinas. Tanto por evocar el pasado y la historia que allí ocurrió como para escuchar e intentar ver las almas que allí murieron y hoy en día se dice que caminan como muertos vivientes por sus calles.
El pueblo de Belchite, arrasado durante la guerra civil y condenado al abandono, cumple su destino impregnando de inquietud al visitante.
Biografía| Turismodearagon.com
En colaboración con iHistoriArte| Mer Arruebo