Vikings, el inicio de la denominada «era vikinga»

Vikings, la era vikinga

Los libros de historia nos enseñan que el año 793 es el nacimiento de la “era vikinga”; una época de saqueos, pillaje y conquista por parte de fieros y temerosos guerreros del norte: «vikings«.

Pero, ¿por qué ese año en concreto si ya había datos de incursiones vikingas años anteriores?

Existe una a una carta fechada en el 792 que menciona defensas hechas contra los hombres paganos venidos del mar en el reino de Mercia.

Incluso nos podemos remontar al año 787 leyendo una entrada de las llamadas crónicas anglo-sajonas (compilación de siete manuscritos que sirven como fuente principal para la temprana historia de Inglaterra), la cual nos habla de una llegada de tres barcos a la costa de Wessex con hombres del norte que mataron al jefe local cuando este trataba de conducirlos ante el rey.

Sin embargo, es el año 793 el que nos indica el comienzo de esa llamada era vikinga, al registrarse por primera vez un asalto organizado por estos pueblos del norte.

“El ataque de Lindisfarne”, el inicio de la era vikinga

Conocida como la isla sagrada, se puede cruzar a Lindisfarne cuando la marea está baja.

En esta isla de la costa de Northumberland se fundó un monasterio en el año 634 por San Aidan, bajo requerimiento del rey Oswald. Los monasterios solían estar construidos en islas para quedarse lejos de los problemas políticos del reino y dar a la comunidad una sensación de aislamiento. Estos elementos hacían de Lindisfarne un lugar difícil de defender ante un ataque, aunque, ¿quién osaría atacar un centro religioso y sagrado como era un monasterio?

Aunque las mencionadas crónicas anglo-sajonas citan que le ataque fue llevado a cabo en enero, el dato más probable que sucediera el 8 de junio, pues esta fecha aparece en numerosos escritos tras el suceso. Amén de que normalmente los ataques no se realizaban en pleno invierno.

El hecho de que atacaran este lugar en concreto nos muestra o bien que tuvieron una suerte increíble, puesto que el monasterio se encontraba repleto de riquezas y objetos de valor, o que sorprendentemente estaban bien organizados.

La historia Regum del siglo XII menciona que en el ataque a Lindisfarne diversos monjes trataron de esconder los tesoros, con poco éxito. Muchos clérigos fueron masacrados en el mismo monasterio, la gran mayoría ahogados en el mar y unos pocos fueron esclavizados y embarcados con grilletes a los barcos.

Un poeta y escritor del siglo VIII llamado Alcuin, pupilo de la corte de Carlomagno, menciona en una carta dirigida al rey de Northumbria y al obispo de Lindisfarne que la sangre de los monjes fue derramada en el altar y todas sus pertenencias robadas. Y las reliquias santas del templo (entre las que se encontraban los restos de San Cuthbert) esparcidas como estiércol por el suelo.

Entre los cristianos, este hecho provocó el pánico y una gran crisis. No por la acción violenta en sí, o por el miedo a una posible destrucción y saqueos futuros, sino por el horror de haber sido arrasado un templo que se encontraba bajo la protección de un santo.

Para los vikingos este ataque fue significativo, pues sentaba un precedente: estas nuevas tierras ofrecían riquezas sin resistencia, esclavos, tierra fértil y gloria. 

Vikingos
Créditos: Netflix

El comienzo de una nueva era

Tanto es así, que en los sucesivos años prosiguieron asaltos como el del monasterio de Jarrow o más famoso caso del ataque al monasterio de Iona en Escocia.

Estos ataques eran perpetrados por hombres venidos, sobre todo, desde Noruega. Y organizados como escaramuzas breves de asalto, masacre y fuga.

Más tarde, hacia mediados del siglo IX, grandes ejércitos vikingos, daneses en su mayoría, llegarían a Gran Bretaña para conquistar reinos enteros. Fueron los pueblos escandinavos los que decidieron expandirse por toda Europa, de norte a sur, llegando a lugares tan distantes como Kiev, Constantinopla, París o Andalucía.

La época vikinga duró hasta mediados del siglo XI, con alguna excepción como las islas exteriores de escocia donde los vikingos y sus descendientes llegaron a tener presencia hasta el siglo XVIII.

Créditos: W. Commons

¿Qué pasó con el monasterio de Lindisfarne?

Tras el ataque estuvo abandonado durante casi 400 años, momento en que fue restaurado y habitado hasta la disolución de los monasterios durante la reforma religiosa de 1536.

El edificio tuvo una ocupación diversa por temporadas hasta el siglo XVIII tras lo cual cayó en desuso y sus ruinas pueden ser visitadas hoy en día.

Autor | Fran Galindo (@scotland_in_my_pocket)

Imágenes | W. Commons, Historia, Netflix


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