Su historia milenaria no ha estado libre de dificultades, pero sin duda, el antes y después de Notre Dame marcado por el incendio 2019 ha reafirmado su espíritu resiliente. Para entender la magnitud de la nueva era que inicia esta joya de la arquitectura gótica es necesario retroceder en el tiempo para contextualizar su lugar como el corazón espiritual de Francia desde la Edad Media y el trabajo que ha llevado devolverle el brillo de antaño a sus imponentes torres.
Un símbolo a lo largo de los siglos
Desde su construcción, entre 1163 y 1345, Notre Dame se convirtió en un símbolo de fe y poder arquitectónico, albergando coronaciones y siendo testigo de momentos trascendentales en la historia.
A principios del siglo XIX, la catedral se encontraba en un estado de abandono debido a los saqueos y destrucciones de sus esculturas y objetos sagrados, durante la Revolución Francesa. Pero dio un giro de 180°, gracias al interés que despertó la publicación de Nuestra Señora de París de Victor Hugo en 1831. La gran restauración de la Catedral fue liderada por los arquitectos Jean-Baptiste Lassus y Eugène Viollet-le-Duc, quien diseñó la famosa aguja que coronó la catedral en 1859, convirtiéndola en un emblema visual de París.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Notre Dame logró escapapar de los bombardeos, pero sus vidrieras fueron desmontadas y trasladadas a un lugar seguro, hasta que sus campanadas celebraron la liberación de París en agosto de 1944.
![](https://ihistoriarte.com/wp-content/uploads/2025/02/Notre-Dame.jpg)
![El antes y después de Notre Dame: legado de resiliencia](https://ihistoriarte.com/wp-content/uploads/2025/02/Incendio-Notre-Dame-Paris.jpeg)
El devastador incendio de 2019 que marcó el antes y después de Notre Dame
El 15 de abril de 2019, el mundo entero observó con horror cómo un incendio consumía Notre Dame, dejando en la memoria colectiva las llamas que devoraron el techo y derribaron su emblemática aguja. Aunque la estructura principal resistió, el fuego destruyó gran parte de la techumbre y la bóveda de piedra sobre el crucero. Los bomberos lucharon durante 15 horas para controlar las llamas, evitando una catástrofe mayor.
Afortunadamente, muchos de los tesoros de la catedral se salvaron:
- Las vidrieras, la mayoría de las estatuas y obras de arte, y la reliquia sagrada conocida como la Corona de Espinas permanecieron intactas.
- El polvo y el humo afectaron el órgano renacentista (el segundo más grande de Francia), pero fue posible restaurarlo con el trabajo de tres talleres del sur de Francia.
- Las 16 estatuas de cobre de los Apóstoles y Evangelistas habían sido desmontadas como parte de los trabajos de renovación solo cuatro días antes del incendio, lo que las salvó de la destrucción.
Cinco años de reconstrucción
El sorprendente antes y después de Notre Dame ha sido posible gracias a los más de 2.000 albañiles, carpinteros, restauradores, techadores, fundidores, expertos en arte, escultores e ingenieros que trabajaron en un ambicioso proyecto de reconstrucción que impulsó la artesanía francesa en la era moderna.
La restauración respetó los diseños y la apariencia anteriores al fuego al detalle, aunque se incorporaron algunos cambios para asegurar la integridad estructural y la seguridad de la catedral:
- La techumbre fue reconstruida utilizando madera de roble, tal como se hizo originalmente.
- La nueva aguja es una réplica exacta de la diseñada por Viollet-le-Duc.
- Las gárgolas añadidas por Eugène Viollet-le-Duc en el siglo XIX fueron restauradas.
- Se limpió el interior de la catedral, eliminando la suciedad y el hollín acumulados desde la última restauración en los años 50. Ahora, la piedra tallada luce la blancura que había perdido durante siglos.
![Interior Notre Dame Paris](https://ihistoriarte.com/wp-content/uploads/2025/02/Interior-Notre-Dame-Paris.jpg)
![Puertas de la fachada](https://ihistoriarte.com/wp-content/uploads/2025/02/Puertas-Notre-Dame-Paris.jpg)
El comienzo de una nueva era
La historia de Notre Dame es una de resiliencia y transformación. Y su reapertura, el 7 de diciembre de 2024, ha dado inicio a un nuevo capítulo en el que vuelve a ser un lugar de culto, un símbolo cultural y un testimonio de la capacidad humana frente a la adversidad.
Si bien el incendio de 2019 fue un momento trágico, representó un catalizador para la renovación de este icónico monumento, convirtiéndola en un ejemplo de Ave Fénix que seguirá en pie para generaciones futuras.
Fuentes: La Nación; BBC
Imágenes: Getty Images; AP; Wcommons