Los científicos han descubierto un trozo de torpedo del submarino confederado unido todavía a su mástil. Lo que contravendría los relatos de los testigos que vieron al ‘Hunley’ a 100 pies de distancia de la explosión del ‘Hausatonic’, un barco de la Unión, en el mar de Charleston en 1864.
Al parecer los restos del Hunley y sus ocho tripulantes se encontraban a menos de 20 pies de distancia de la explosión. Lo que podría haber sido la causa del hundimiento del submarino. «Yo diría que esta es la pieza más importante que hemos encontrado entre las evidencias del ataque«, dijo Maria Jacobsen, arqueóloga del proyecto Hunley.
Tras desenterrar parte de los restos, enterrados entre más de un siglo de arena endurecida, los conservadores han encontrado la cubierta de cobre de un torpedo que habría hecho explosión.
Durante la Guerra de Secesión Americana, los torpedos eran anclados a un mástil con el que el submarino colocaba el explosivo en el lateral del barco a torpedear. Y tras alejarse a una distancia segura se hacían detonar a través de un gatillo de cuerda.
Sin embargo, en el ataque del 17 de febrero 1864 en Charleston, la peligrosa misión del Hunley, que debía aproximarse y torpedear al buque de la Unión, Hausatonic, tuvo un fatal desenlace para la nave confederada y su tripulación.
Según los investigadores el Hunley «estaba mucho más cerca de la explosión de lo que creía”, aunque se descarta que se tratase de una misión suicida. Es más probable que se tratase de un error de cálculo o un fallo en el detonador de la carga lo que provocase la explosión a tan corta distancia.
Cuando el Hunley fue construido en 1863, fue pensado originalmente para atacar a los buques utilizando una mina de contacto remolcada con una larga cuerda. La idea era que el submarino se sumergiera bajo un buque enemigo y arrastrase la mina hasta su flanco para hacerla detonar. Momento en el cuál el Hunley debería encontrarse seguro al otro lado del navío. Pero tras algunos experimentos fallidos en los que la cuerda que arrastraba la mina se quedó enganchada en las hélices de los barcos, los ingenieros decidieron montar mástiles con explosivos similares a los que portaban los buques blindados de bajo perfil de la época. Tras varios ensayos los ingenieros, confederados perfeccionaron la técnica y aumentaron de forma progresiva la carga explosiva de los torpedos hasta las 135 libras. Y equiparon al submarino con tres disparadores capaces de detonar la inestable carga.
El Hunley estaba equipado con un mástil ajustable que podía ser levantado o bajado según las necesidades. El torpedo se fijaba en el larguero en el ángulo adecuado para el ataque. Hasta ahora se sabía de la existencia de estos torpedos por dibujos detallados de época confederada. Aunque todavía no se tenía constancia física de los mismos. Gracias a este descubrimiento se sabe que los planos conservados son exactos.
El Hunley dejó la isla de Sullivan, poco después de las 18 horas del 17 de febrero de 1864. Dos horas más tarde, sería avistado por la amura de babor del Housatonic.
En lugar de embestir directamente la corbeta de guerra, George E. Dixon comandante del Hunley maniobró alrededor de la proa del buque de la Unión y se dirigió al flanco posterior de estribor. El submarino confederado fijó su carga en el costado de la nave, por debajo de la línea de sentina, asegurando así que la onda expansiva ascendente atravesaría la nave de abajo a arriba. La explosión partió el Housatonic por la mitad. Es probable que la explosión hundiera también al Hunley, aunque esto no se podrá verificar hasta que los restos del submarino sean analizados completamente.
Se baraja la hipótesis de que la onda expansiva abriera una brecha en el casco metálico, fijado con remaches, del submarino. Provocando la entrada de agua en la nave y su posterior hundimiento. Para McConnell la tesis de la onda expansiva cobra especial relevancia en tanto que el reloj de bolsillo de Dixon se detuvo casi en el momento exacto en que la tripulación Housatonic declaró que se había producido el ataque del Hunley.
En breves se dará comienzo a las simulaciones por ordenador que a la larga puede arrojar más luz sobre una de las leyendas más misteriosas de la Guerra Civil Americana.
Fuente| postandcourier
En colaboración con iHistoriArte| Dave Meler
2 respuestas
buahhhh, que emocionandte. Buen relato. gracias
Muchas gracias por tu comentario… a nosotros también nos pareció apasionante la idea de un submarino en pleno siglo XIX… Todo unos pioneros de la industria naval de guerra…