Un pantano danés ha estado albergando un terrible secreto durante miles de años: los restos óseos de más de 1.000 guerreros, que murieron en batalla hace unos 2.000 años.
Crédito: sciencedaily |
Los arqueólogos han pasado todo el verano excavando una pequeña muestra de lo que ha resultado ser una fosa común en los humedales cercanos al lago Mosso en la península de Jutlandia. «Hemos encontrado huesos humanos, muchos más de los que habíamos esperado», dice Ejvind Hertz, del Skanderborg Museum.
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El descubrimiento ha atraído la atención internacional, en parte debido a lo macabro del descubrimiento per se, así como por el buen estado de conservación de los restos. Este hallazgo confirma la descripción de las atroces prácticas de guerra llevadas a cabo por los teutones, y descritas en las fuentes romanas. Uno de los más grandes historiadores del Imperio Romano, Tácito (56 d.C. – 120 d.C.), describió las consecuencias de la famosa derrota de los romanos en la batalla del bosque de Teutoburgo en el año 9.
«En el campo, los huesos de los soldados se hallaban esparcidos allí donde habían caído, en su puesto o intentado huir. Había pedazos de armas y huesos de caballos y cabezas humanas sujetas a los troncos de los árboles.»
También sabemos por las fuentes clásicas que cuando los teutones ganaban una batalla mataban a todos los enemigos supervivientes, a excepción de los pocos que lograban huir de regreso a su casa y contar su derrota.
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Los arqueólogos han excavado hasta ahora sólo un área de 80-90 metros cuadrados. La cuenca sin excavar en el pantano se extiende sobre un área enorme que abarca casi 40 hectáreas y se cree que contiene los restos de más de 1.000 guerreros.
Los restos están tan densamente concentradas que se necesita mucho tiempo para conseguir prospectar todas las capas. Hasta ahora han sido descubiertos fragmentos de hueso de alrededor de 240 hombres de entre 13 y 45 años. Los huesos presentan marcas producidas por armas ‘cuerpo a cuerpo’, como espadas y hachas. De momento los arqueólogos no han hallado esqueletos completos.
La hipótesis que barajan los expertos es que la batalla se produjo en un lugar alejado de los humedales. En cuyo caso, Hertz dice que el transporte de los huesos al lago, se trata de una tarea logística masiva.
«Podemos ver que los huesos tienen marcas de mordeduras en ellos, y partes de las articulaciones han sido roídas. Así que no hay duda de que los depredadores estuvieron en contacto con esas partes del cuerpo.»
Las marcas de la mordedura de los depredadores indican que los cuerpos de los guerreros muertos se dejaron en el campo de batalla, sin que nadie se molestara en enterrar los cuerpos.
El área está llena de tesoros arqueológicos. Los arqueólogos han encontrado alrededor de 15.000 objetos. Pero el análisis de carbono 14 ha puesto de manifiesto que ninguno de estos hallazgos perteneció al ejército encontrado. La datación los sitúa en la Edad de Hierro.
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Los arqueólogos no pueden determinar la nacionalidad de los guerreros muertos, ya que han encontrado muy pocos restos personales o armas en la tumba. Entre los numerosos fragmentos de hueso, sólo se han encontrado unas pocas puntas de flecha, restos de un escudo y un hacha un poco rara.
El hallazgo va a resultar una valiosa fuente de información para investigar la Edad del Hierro. «Esta es la primera vez que algo así ha sido encontrado en el norte de Europa», dice Hertz.
Fuente: sciencedaily
Un comentario
Últimamente parece que han abierto el tarro de las esencias en aquella zona… No paran de llegar descubrimientos….