Descubren un conjunto arqueológico compuesto por al menos 35 pequeñas pirámides, además de diversas tumbas, en un lugar llamado Sedeinga en Sudán. El proyecto se lleva desarrollando los arqueólogos desde 2009, en 2011 sacó a la luz 13 pirámides del tamaño de una cancha de baloncesto.
Su origen se remonta al esplendor del reino Kush en Sudán, hace unos 2.000 años. Kush compartía frontera con Egipto y, más tarde, con el Imperio Romano. El deseo de construir pirámides por los pobladores sudaneses estuvo influenciado por la arquitectura funeraria egipcia.
En Sedeinga, la construcción de pirámides funerarias se prolongó durante siglos. «La densidad de las pirámides es enorme«, dijo Vincent Francigny, investigador asociado del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York. «Debido a que el proceso de construcción duró cientos de años se construyeron más, más, más y pirámides, aprovechando para llenar todos los espacios que aún estaban disponibles en la necrópolis.»
La mayoría de los monumentos funerarios hasta ahora descubiertos tienen unos siete metros de ancho en su base. Mientras que el monumento más pequeño, posiblemente empleado para enterrar a un niño, no supera los 75 cm de largo. El paso del tiempo, las rutas comerciales y las caravanas de camellos han causado estragos en los restos arqueológicos.
La mayoría de los monumentos funerarios estaban coronados con motivos que representaban un pájaro o una flor de loto en la parte superior de una esfera solar. La construcción de pirámides funerarias continuó hasta que, finalmente, se quedaron sin espacio para construir. «Llegaron a un punto en el que estaba tan llena de gente y tumbas que tenían que volver a utilizar los más antiguos«, dijo Francigny.
Los expertos señalan que el diseño de algunas pirámides se asemeja al de un “jardín francés”, coronadas con una cúpula interior de estructura circular. Los expertos lo asocian a la fusión de la tradición popular, de enterramiento en túmulos circulares, con la nueva moda de construcción de pirámides. Combinando ambas estructuras y dando lugar a la cúpula interior de forma circular.
En su mayor parte, tanto las tumbas como las pirámides, fueron saqueadas probablemente ya en la antigüedad. A pesar de ello los arqueólogos han encontrado restos óseos y algunos artefactos entre las ruinas de los monumentos funerarios sudaneses.
Uno de los hallazgos más interesantes fue el de una mesa de ofrendas recuperada entre los restos de una pirámide. Al parecer, representaba la figura de las diosas Isis y Anubis con cabeza de chacal, y en su inscripción se puede leer una dedicatoria a “Aba-la” que algunos investigadores quieren ver como un sinónimo de abuela.
“Oh Isis! Oh Osiris!
Es Aba-la.
Haga que beba agua abundante;
Haga que comer pan abundante;
Haz que se sirvió una buena comida.”
El objeto formaba parte del ajuar funerario de una mujer enterrada en una de las pirámides hace cerca de dos mil años.
Fuente| livescience
En colaboración con iHistoriArte| Redacción