Durante años, nuestra comprensión de los brutales espectáculos de la antigua Roma, especialmente de las luchas de gladiadores contra bestias, se basaba en ancestrales textos y representaciones artísticas. Sin embargo, un reciente hallazgo en York, Inglaterra, presenta la que pudiera ser la primera evidencia física directa de estos eventos de entretenimiento.
Se trata de un esqueleto humano de 1.800 años de antigüedad descubierto en 2004 durante una excavación en Driffield Terrace, York. Al analizar los restos de un hombre que murió cuando tenía entre 26 y 35 años de edad, se observaron marcas de mordedura en la pelvis.

Pero, ¿cómo determinaron la causa de las lesiones?
El examen forense dirigido por Tim Thompson, Profesor de Antropología de la Universidad de Maynooth, reveló que los agujeros y marcas en la pelvis fueron probablemente causados por un león. Para confirmarlo, los expertos utilizaron técnicas forenses actuales, como escaneos 3D de las heridas. Al compararlas con muestras de mordeduras de grandes felinos del Zoológico de Londres, fue posible concluir que el tamaño y la forma de las marcas coincidían con las de un león.
Además, el profesor Thompson explicó que pudieron determinar que las lesiones sucedieron aproximadamente en el momento de la muerte, lo que implica que el animal no estaba tratando de comer al hombre después de morir, sino que las mordeduras están directamente relacionadas con su muerte.
Evidencia arqueológica de las luchas de gladiadores contra bestias
Debido a que la pelvis no es un lugar típico de ataque para los leones, los investigadores creen que se trataba de un “bestiarius” que, luchando en algún tipo de espectáculo, fue incapacitado en el combate y el león lo arrastró por la cadera.
El análisis del esqueleto del gladiador ha revelado que no solo el final de su vida fue bastante brutal. Sus huesos mostraron lesiones previas en el hombro y la columna vertebral, asociadas con el combate y el trabajo físico intenso, además de signos de desnutrición infantil.
A pesar de que el entretenimiento era a base de violencia, los gladiadores se pueden comparar a los atletas profesionales de hoy. El lugar de descanso de este hombre indica cierto honor, al ser enterrado con cuidado y cubierto con huesos de caballo, además, su cabeza fue colocada sobre sus hombros, en lugar de entre sus pies.
En busca del anfiteatro de York
El hecho de que la primera evidencia osteoarqueológica de combate directo entre un gladiador y un león se diera tan lejos del Coliseo de Roma destaca la profunda conexión de la región con las tradiciones del imperio.
Porque, aunque sigue sin ser localizado, las marcas en este esqueleto reafirman la hipótesis de que existe un anfiteatro en la York romana. Y es que, su importancia estratégica y la presencia de líderes destacados implican la necesidad de un estilo de vida de estatus y “pan y circo” como forma de entretenimiento y muestra de riqueza.


Un hallazgo que nos acerca a la realidad de las luchas de gladiadores
Además de ayudarnos a entender mejor la cultura del entretenimiento en la Britania romana, este descubrimiento, publicado en la revista académica PLoS One, nos da una imagen real de los riesgos extremos que enfrentaban los gladiadores en la arena.
Fuentes: Thompson TJU, Errickson D, McDonnell C, Holst M, Caffell A, Pearce J, et al. (2025) Unique osteological evidence for human-animal gladiatorial combat in Roman Britain. PLoS ONE
Imágenes: PLoS ONE