Bueno amigos, aquí estoy una vez más con todos vosotros para contaros algunas cosillas que creo os pueden interesar. He realizado un viaje con la máquina viajera para averiguar cómo eran las viviendas de vuestros antepasados y de otras personas de otros lugares. Librillo, también me ha ayudado esta vez pues hemos ido a ver a una gran amiga suya que sabe muchísimo de este tema. Tiene un nombre muy particular que sin duda os sonará de algo, Enciclopedite, pero para los amigos es solamente Clo, que es como ella prefiere que la llamen. Así que con todo lo aprendido con ellos os cuento.
Como veis en la imagen de la cabecera donde me encuentro, no todas las casas son como las vuestras. Estas son muy habituales en el mundo de la Fantasía, están hechas con ramas, hojas y flores y es dónde viven muchos de mis amigos, como son los duendes y las hadas y aunque os parezcan extrañas, estoy seguro que os voy a llegar a sorprender con las viviendas de las que os voy a hablar.
Los primeros lugares donde las personas comenzaron a refugiarse de las inclemencias del tiempo fueron las cuevas o cavernas, allí se reunían cuando llegaba la noche y también guardaban sus enseres y alimentos, sobre todo durante el invierno. En las épocas de más calor y cuando se dedicaban a cazar hacían una tiendas con un armazón de ramas y sobre ellas hojas, matorrales, pieles de animales y posteriormente tejidos, como el caso de los tipis en las tribus de Norteamérica. También tenéis otros ejemplos en los yurt, que son fabricadas por los nómadas de Mongolia y que son tiendas circulares hechas con un entramado de madera cubiertas por gruesas colchonetas fabricadas con la lana de ovejas. Encima colocan unas lonas que los protegen de la lluvia.
También los beduinos nómadas del desierto de Arabia viven en tiendas hechas de palos de madera, cuerdas y lana tejida. Por dentro están muy bien provistas con muchas alfombras a modo de suelo.
Aunque os parezca increíble, también se han construidos hogares bajo tierra, semienterrados, aprovechando las formas del terreno. Un caso curioso se dio en Turquía, en Capadocia, donde se utilizaron montículos ya existentes y se excavaron las habitaciones y hasta formaron muebles y ornamentos.
Y aún, existen hoy casas-cuevas, como las que hay en un barrio de Granada que se llama El Albaicín. Allí se han aprovechado los huecos en las montañas para hacer estas viviendas que tienen todo el confort de cualquier casa. Muchas personas viven en ellas pero además son muy atractivas para los turistas que las alquilan durante un tiempo.
Los palafitos fueron las primeras casas que se hicieron sobre el suelo. Son unas cabañas todas de madera con unos pilares que las elevan del suelo para evitar a los depredadores y también a las crecidas de las lagunas o ríos, ya que eran construidas muy cerca de ellos e incluso sobre ellos. Hoy en día aún se pueden ver muchos pues siguen utilizándose en determinados países como Chile o Venezuela.
En el antiguo Egipto y otros lugares de Oriente donde la madera no abundaba, se utilizaba para la construcción de las casas el adobe. Eran unos ladrillos hechos de barro y paja prensado y secados al sol. Los muros los hacían muy gruesos para protegerse de las altas temperaturas y con sólo dos aberturas, la puerta de entrada y una pequeña ventana al fondo. Tenían una planta rectangular.
En Grecia, en cambio, abundaron sobre todo las casas de planta circular y muy abiertas al sol, con un patio desde el que se accedía a las habitaciones. Más tarde añadirían una terraza en la parte de arriba.
La casa familiar en la Antigua Roma, tenía un vestíbulo por el que se llegaba a un espacio semicubierto, mezcla de sala de estar y patio, en cuyo centro se encontraba un pequeño estanque para recoger el agua de las lluvias. Desde él se accedía a todas las estancias de la casa y, por la parte del fondo, a un jardín a veces rodeado de columnas. Las paredes las decoraban con pinturas de colores. También existían los bloques de viviendas para varias familias de las más humildes de la ciudad. La altura de estos edificios oscilaba entre tres y cinco pisos. Las villas eran las casas de las familias más poderosas, con muchas habitaciones y jardines muy grandes. Estaban situadas en las afueras, en el campo. Fueron los comienzos de los primeros palacios que fueron evolucionando mucho y que según los países en los que estaban levantados tenían características muy diferentes. Aunque estos, eran para las familias con mucho poder.
En España y en la zona del sur la influencia de los árabes fue muy importante para la construcción de las casas, que se edificaron con patios y fuentes para mantener fresca las estancias, también tenían muchas macetas y arriates con flores, algo que aún hoy predomina mucho en Andalucía.
En China fue muy utilizada la casa con patio y cubierta de tejas que se ha conservado durante siglos. Es una casa amurallada, que simboliza el orden social de la familia extensa tradicional de ese país.
La casa tradicional de Japón se concentra en un espacio rectangular continuo, dividido por paneles móviles de papel de arroz, en el suelo colocaban tatamis fabricados con paja también de la misma planta. El edificio se construía en madera y se cubría con tejas y, si el terreno contaba con suficiente espacio, se le añadía al conjunto un pequeño jardín.
Hoy en día las viviendas más usadas son como las vuestras, pisos o apartamentos. En el mismo edificio hay muchas casas para diferentes familias. Esto es debido a la gran población actual y el que la mayoría de las personas deseen vivir en las ciudades y se concentren en ellas.
En las zonas más alejadas y pueblos, las viviendas actuales son casas unifamiliares adosadas, es decir pegadas unas a otras o independientes separadas unas de otras por un pequeño jardín.
También ahora y como lugar de turismo se construyen casas en los árboles en bosques de nuestro país. Sólo para dormir y estar, pues no disponen ni de baño ni cocina, aunque están construidas cerca de algún caserío o albergue. De todas formas me parece una bonita idea para que os podáis sentir más cerca de la naturaleza y de mis amigos los árboles.
Como habéis podido leer ha habido y hay muchas casas diferentes y seguro, amigos, que el futuro traerá grandes cambios también en las viviendas.
¿Os imagináis cómo serán?
Me encantará que me enviéis dibujos de ellas a mi página de Facebook Pantapa en Pekehistoria
Vuestro espantapájaros amigo, Pantapa.
Bibliografía:
El libro del saber, editorial Libsa
Historia de la arquitectura, editorial Serres
En colaboración con iHistoriArte| Pepa González Ramírez
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