El nombre ya nos da una pista, la “fossa bestiaria” del anfiteatro de Cartagena, capital provincial de Murcia, era el lugar que resguardaba a los animales salvajes antes de su salida a la arena para el combate a muerte.
La estructura recientemente descubierta recorría todo el estadio, pero quedaba oculta a la vista con tablones de madera. Una vez abierta, las fieras y los gladiadores hacían su espectacular entrada ante los gritos animados de las grandes multitudes.
Pan y circo: la distracción perfecta
El Imperio romano tenía la costumbre de ofrecer “panem et circenses” por todo lo alto, a fin de mantener al pueblo tan entretenido con satisfacciones temporales que se les nublaba el espíritu crítico en el terreno político.
Y prueba de ello son los restos descubiertos en el antiguo anfiteatro de Cartagena, en el que tanto bestias como gladiadores lucharon para diversión de los espectadores que hacían vibrar las gradas de la arena.
Trabajos de excavación en la antigua Carthago Nova
El trabajo integral de excavaciones arqueológicas, dirigidos por José Miguel Noguera, catedrático de Arqueología de la Universidad de Murcia, y el arquitecto Andrés Cánovas, han permitido descubrir cerca del 30% de la estructura del anfiteatro de la antigua Carthago Nova.
Entre los hallazgos más destacados se encuentran:
- La “fossa bestiaria” del anfiteatro de Cartagena y el tramo de las escaleras que llevan a ella.
- Parte del emplazamiento en el que eran colocados los tablones de madera que cubrían la fosa bajo el estadio.
- El muro que separaba las gradas de las fieras como medida de protección, incluyendo las once capas de pintura que reflejan el paso del tiempo en el que el anfiteatro acogió los feroces combates.
El futuro cultural y turístico del anfiteatro de Cartagena
De acuerdo con José Miguel Noguera, la primera “restitución teórica” de lo que era el edificio al completo está cada vez más cerca de hacerse realidad.
Actualmente, el equipo de arqueólogos trabaja en la reconstrucción de uno de los tramos de las gradas con una longitud de unos 25 metros, el cual permitirá a los futuros visitantes del yacimiento comprender las verdaderas dimensiones del anfiteatro recuperado, 20 siglos después de su construcción.
Y es que, además de una maravilla arqueológica, para el arquitecto Andrés Cánovas, se trata de una obra cultural porque nos permite admirar la diversidad de épocas y la mezcla de estilos arquitectónicos a lo largo de la historia del antiguo anfiteatro y plaza de toros de Cartagena.
Créditos imágenes sugeridas | Felipe G. Pagán (Ayuntamiento de Cartagena)