Crédito: Carlos Lasierra
Los materiales empleados para la construcción de las arquerías en las iglesias aragonesas, van a ser el ladrillo o rejola, y la piedra.
El transcurrir de los siglos y con ello de los estilos arquitectónicos se verá reflejado en las galerías de los edificios eclesiásticos aragoneses. Así desde las primeras galerías mudéjares de las iglesias fortaleza, con su utilidad expresa de defensa, realizadas en arcos apuntados. Pasando por las de las últimas luces del estilo, influenciadas por el renacimiento, que lo harán en arco de medio punto, y entre ellas las de fuerte influencia italiana con sus columnas cilíndricas y esbeltos fustes. Y terminando con los vanos adintelados ya en época barroca.
Las primeras galerías del mudéjar aragonés las encontraremos en las iglesias fortaleza. Son ánditos sobre las capillas que, rítmicamente en su número, se abren al exterior entre los gruesos contrafuertes. Llegando a crear pequeños torreones. Sirvan de ejemplo las iglesias de esta tipología de la Comarca de Calatayud, o bien las de Herrera de los Navarros o Azuara, etc.
Crédito: Carlos Lasierra
El siguiente paso evolutivo en la decoración de esta galerías será ya en el siglo XV. Cuando nos encontramos con galerías igualmente sobre las capillas, pero los contrafuertes han perdido tanto grosor, y los vanos en algunos casos se han convertido en espléndidos ventanales. De tal forma que ya no solo se decoran en el interior sino también en el exterior. Como se puede observar en Lécera o en Quinto de Ebro.
Ya en el siglo XVI, principalmente la moda que se impone, no sólo por estética sino sobre todo por su solución arquitectónica, va a ser abrir la galería sobre la nave principal de la iglesia. Se evita así de esta forma que el peso del tejado recaiga y apoye directamente sobre las bóvedas, teniendo como refuerzo perimetral el muro exterior del edificio. En Paniza aún se conserva como nexo la galería sobre las capillas, pero en su segunda fase constructiva se levantó otra sobre la nave central. A partir de este ejemplo el resto de edificios tomarán esta segunda idea, que decora y ennoblece a la vez la iglesia. Ejemplos importantes son Encinacorba, Mainar, Alcampell, Perdiguera, Belchite….
Crédito: Carlos Lasierra
Esta galerías que muchos autores consideran de puro sabor aragonés, no serán las únicas, pues tanto en estilo gótico, como renacentista italianizante se dan varios ejemplos. Ya realizadas en piedra no en ladrillo. Graus, Nuez de Ebro o Tierga entre otros edificios nos la presentan.
Destacan por el número de ejemplos el Somontano de Barbastro y la comarca de Calatayud, Los Monegros, Hoya de Huesca y Zaragoza les siguen en el listado de templos.
Llama la atención sobre todo que sean comarcas oscenses las que presenten, salvo Calatayud, este gran número de iglesias que ven rematada su obra en las naves con la típica galería. Bien de ladrillo, en la mayoría de los casos, o en piedra, si es el material más corriente en la zona. Son zonas geográficas, que a pesar de carecer de templos mudéjares en sí, que nos pueden demostrar la influencia de la obra en rejola para la construcción de edificios, sí fueron fuertemente islamizadas y donde fueron expulsados buen número de moriscos.
Bibliografía| ABBAD RÍOS, FRANCISCO. Catálogo monumental de España. Zaragoza. C.S.I.C. Instituto Diego Velázquez. Madrid. 1957.
BORRÁS GUALIS, GONZALO M. Arte mudéjar aragonés. C.A.Z.A.R. Zaragoza. 1985
BORRÁS GUALIS, GONZALO M. Arte mudéjar aragonés. Guara editorial. Zaragoza. 1978.
BORRÁS GUALIS, GONZALO M. Iglesias mudéjares de Herrera de los Navarros y el Villar de los Navarros (Zaragoza). Al Andalus XXXIII. 1968. Pp 445-457.
LASIERRA GÓMEZ, CARLOS. Aportaciones a la arquitectura mudéjar religiosa del siglo XVI en Aragón. Encinacorba, Paniza y Mainar. Bubok Publishing S.L. Madrid. 2009.
LASIERRA GÓMEZ, CARLOS. La arquitectura religiosa mudéjar en Aragón en el siglo XVI. Bubok Publishing S.L. Madrid. 2008.
LASIERRA GÓMEZ, CARLOS. Pervivencias de la arquitectura mudéjar en Aragón. Bubok Publishing S.L. Madrid. 2008.
En colaboración con iHistoriArte| Carlos Lasierra
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