Las técnicas de combate a lo largo de la historia han sido varias y diversas. Desde que el hombre primitivo fue consciente del daño que provocaba al lanzar una piedra, han sido muchas las evoluciones que han surgido en el arte de la guerra. No obstante y viendo los últimos sucesos acaecidos en Ucrania, uno no puede más que quedarse perplejo de cómo en la actualidad se siguen usando las mismas técnicas, objetos y armas que se empleaban en la antigüedad. El siguiente documento quiere mostrar un paralelismo con imágenes entre la manera de batallar en la antigüedad y cómo se realiza en la actualidad teniendo como muestra las calles de Kiev.
Toda batalla tiene su historia. Derrocamiento de reyes, invasión de territorios, ideologías políticas o religiosas … y requieren de dos bandos, o más, enfrentados en un campo de batalla testigo mudo de la historia. Al alba, ambos ejércitos se posicionan en llano. Aquel con mejores medios, con mayor iniciativa, se colocará justo delante del sol para deslumbrar al enemigo en batalla. La caballería abrirá paso rompiendo la unidad de las filas enemigas, dejando el camino libre para la infantería, mientras que los arqueros desatan su lluvia de flechas para desgastar al enemigo.
A lo largo de la historia, son innumerables los ejemplos que versan sobre batallas con desigual ejército. Se puede apreciar leyendo a los cronistas, cuando hacen referencia a las poderosas armaduras que portaban el ejercito de los colonizadores españoles frente a las huestes indígenas cubiertas de pieles y cuero. En la ex-república soviética se observa algo parecido y podemos ver a los «Berkut» -polícia de élite antidisturbios ucraniana- con el sol a sus espaldas frente a la oposición de Kiev con ropajes caseros y armas rudimentarias.
Una vez templados los nervios es de vital importancia controlar tanto el ataque como la defensa. Para esto último la ingeniería militar ha utilizado a lo largo de los siglos todos los elementos a su alcance para impedir el avance enemigo. Dos de los obstáculos más usados han sido las trincheras y las barricadas. Las primeras realizadas por afanados zapadores capaces de excavar grandes zanjas en el suelo, para que los soldados pasaran grandes periodos de tiempo esperando la amenaza. Un despiste podía ser fatal así que hasta las mismas necesidades fisiológicas debían hacerse en la trinchera y siempre mirando al frente. Con respecto a las barricadas, su efectividad radicaba en impedir el paso de caballería o infantes ligeros pudiendo responder al enemigo desde la parte superior de ésta.
En la guerra como en la vida, el tener las defensas aseguradas implica ganar media batalla. No obstante de nada sirve si no se cuenta con un ataque eficaz para tomar la plaza enemiga.Para ello cualquier ejercito que se aprecie debe contar en sus filas con un contingente de infantes capaces de asegurar el terreno conseguido. Cuando el bastión está bien defendido o el acoso al ejercito es tal que implica un alto riesgo físico para los soldados, las mejores unidades para solventar el desaguisado fueron sin duda las legiones romanas, y su famoso testudo. En esta formación, los soldados se cubrían con sus escudos solapando éstos unos con otros a modo de escamas y formando un cuadrado cubriendo todos los flancos posibles. Poseía la enorme ventaja de proteger al soldado mientras se tomaba un puesto fuerte pero a su vez otorgaba la desventaja de ser excesivamente lenta para recorrer distancias. En las imágenes mostradas por los medios de comunicación de medio mundo se aprecia como en Kiev se ha usado dicha formación.
Del otro lado, el ejercito hostigado se afana en contener los ataques . Dos son los elementos más usados para este menester por los combatientes a lo largo de los siglos. Uno de ellos fue el llamado fuego griego, de composición desconocida, capaz de prender incluso en el agua. Su homólogo en la contienda de Ucrania, es el cóctel Molotov. Una mezcla de aceite de motor, alcohol y aserrín que se introduce en una botella de vidrio y se prende la mecha. Al impactar con el enemigo, éste queda envuelto en llamas.
Si la plaza estaba bien protegida y los infantes no son capaces de atravesar las defensas, es necesario el uso de artilugios pesados. Varios ejemplos se muestran en la antigüedad creados para tal fin, como la catapulta o los tanques de la segunda guerra mundial. En el epicentro de la plaza de la independencia de la extinta región comunista, se han observado dos imágenes impactantes que han emulado los dos medios descrito en el párrafo anterior. Una catapulta de madera y una excavadora en plena batalla.
Al término de la contienda siempre hay vencedores y vencidos, que no ganadores porque en la guerra no se gana. Cada bando envía un pequeño contingente para frenar la locura y que impere la paz en estos actos de barbarie. Aun no ha llegado este momento en el conflicto que les he narrado pero imágenes como esta dan pie a la esperanza para que al menos, esta batalla acabe.
Fuente: Fdra.blogspot.com, Taringa, redaccion.lamula, Wikimedia Commons